Cirko de Mente va al Teatro de la Danza
Jueves 20 de agosto de 2009, p. 5
Una gran cama blanca, cuatro locos en bata y siete almohadas resplandecen en la oscuridad de una habitación de hospital siquiátrico. Comienza la música, cobran vida y dialogan sin palabras sobre el encierro de la mente y el corazón.
Se trata del espectáculo Todos somos Roger, que la compañía Cirko de Mente presentará en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque.
Cuatro personajes que se encuentran recluidos en una habitación hablan sobre delirios, ensueños y situaciones que suceden en este encierro, una hora antes de dormir.
“Todos somos Roger es sobre la locura y de cómo es visto aquello que sale de los cánones de lo normal, cómo de pronto nuestra sociedad, y uno mismo, se encierra”, explica Andrea Peláez, directora de la compañía.
Mediante la fusión de lenguajes de clown, malabarismo excéntrico y danza contemporánea, apoyados por recursos multimedia, cuatro artistas, Ramón Solano, Leonardo Constantini, Sergio A. López y Nicolás Ormazábal construyen a los personajes. Cada uno tiene un tratamiento actoral que se acentúa o matiza coreográficamente con malabares vinculados con juegos rítmicos, pasando de manera abrupta por diversos estados de ánimo: de la alegría a la tristeza, de la locura a la genialidad.
Personas mágicas y clowns
La pieza coreográfica, mezcla del circo tradicional y artes escénicas contemporáneas, es una idea original de Juan Ramírez, codirector del grupo de danza Onírico, y Andrea Peláez.
Ramírez explicó en conferencia de prensa que al vivir él mismo la experiencia del encierro en un siquiátrico enriqueció la puesta en escena, ya que “las personas que ahí viven son mágicas, son clowns sin saberlo”.
Todos somos Roger se estrenó en octubre de 2008 en la Carpa de Mente, espacio habitual de esta agrupación circense-dancística y ahora, por primera vez, se montará en un teatro.
La música, en su mayoría con acordeón, rememora un ambiente parisino melancólico y oscuro, y fue compuesta ex profeso por el actor Nicolás Ormazábal. Y en un acto propio de circo, en vivo musicalizan con un serrucho y arco de violín.
Con una escenografía casi inexistente y sutil, se llena el ambiente mediante movimientos corporales, bailoteo de objetos cotidianos y música, transportando al espectador hasta la historia que conmueve, en una demencia que puede ser universal en la humanidad, pero que se esconde en ese armario luminoso al fondo de escenario, donde también a veces doblamos y guardamos la cordura.
Todos somos Roger, o lo que puede ser, de malabarista, bailarín y loco, todos tenemos un poco
, se presentará del 28 al 30 de agosto, a las 20, 19 y 18 horas, respectivamente, en el Teatro de la Danza (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).
Luego, el montaje se llevará al Festival de Teatro de Chile, del 5 al 15 de octubre, y en una gira que la compañía realizará por cinco ciudades de Francia, del 20 de octubre al 4 de noviembre.