on visión periodística, Enrique Hernández Alcántara, responsable de Noticias W (se transmite los sábados en la mañana por la emisora XEW, propiedad del Grupo Prisa y Televisa), buscó en su última edición a Ricardo Rocha. El motivo: preguntarle sus impresiones sobre la decisión de la Suprema Corte que dejó en libertad a 20 personas condenadas por la masacre de Acteal. La de Rocha no era una opinión más entre las muchas desfavorables vertidas sobre esta resolución, que abre la puerta para que recuperen su libertad otros procesados y protege a quienes desde el poder alentaron con su actuación esa matanza. Comenzando por el ex presidente Ernesto Zedillo, el ex secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet (hoy diputado federal), y terminando con el ex gobernador de Chiapas Julio César Ruiz Ferro y los mandos militares y policiales señalados por armar y proteger a grupos paramilitares en dicha entidad.

Y es que Rocha tenía algo más que aportar: 15 días antes de la masacre de Acteal, ofreció en el programa que entonces dirigía en Televisa un impactante reportaje, Testimonio de una infamia, realizado en la zona donde después asesinaron a 45 indígenas. Fue el anuncio de lo que se tramaba contra gente inocente, desplazada por la violencia oficial.

De viva voz, como suele decir Rocha, los entrevistados denunciaron la presencia de los paramilitares, sus agresiones a la población y el convencimiento de que, si el gobierno no cumplía con su deber de garantizar la seguridad de las personas, ocurriría lo peor, como sucedió. El reportaje causó malestar en las altas esferas del poder, que en cambio nada hicieron por evitar la masacre de indígenas en Acteal. Quienes afirman que las voces de inconformidad por la resolución de la Suprema Corte son de protofascistas, deben ver, para mejor conocimiento de lo ocurrido, el excelente reportaje de Ricardo Rocha.

Desde todos los pronósticos, la figura de la delegación mexicana en la Feria del Libro de Bogotá fue el escritor Sergio Pitol, a quien se rindió un homenaje concurridísimo. También se destacó la obra de José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska. Esto sí es fortalecer lazos entre dos países.

Cada que la productora Carla Estrada comienza una telenovela viaja con los actores y personal técnico a Jilotepec, estado de México, para cargarse de energía. Además acuden a una misa en el milagroso Santuario de La Piedrita. Ahora visitarán Jilotepec los integrantes del gabinete legal y el ampliado. La cita, el 1º de septiembre. El fervorín en la milagrosa Piedrita estará a cargo de Emilio González, el góber piadoso, quien no es del gabinete ampliado pero avanza con paso trastabillante a la plenitud de su fe.