Diez días después de haber comenzado el Programa de Renovación del Parque Vehicular, mil 500 personas han presentado solicitudes para ingresar a éste y sólo se ha confirmado la destrucción de 21 autos, aunque los números se están moviendo, explicó Guillermo Rosales, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

En entrevista telefónica, Rosales indicó que el viernes pasado recibió la notificación de que tres vehículos habían ingresado a una planta destructora en Nuevo León (aunque sostuvo que no eran los primeros), pero se negó a dar una cifra exacta sobre el número de unidades que han sido chatarrizadas, debido a que se encontraba fuera del país.

Explicó que las solicitudes están siendo analizadas por las distribuidoras para ver si las personas que intentan acceder al programa son sujetas de crédito.

Por su parte, María Elena Cantú, directora de Derichebourg Recycling, informó que hasta el viernes 18 automóviles habían sido destruidos en la planta de Ecatepec, estado de México.

El primero que se destruyó fue un Chevrolet Caprice, que pesó mil 560 kilos, por el cual se pagaron alrededor de mil 800 pesos, aseguró.

Cantú indicó que ya están listas las dos unidades móviles que levantarán vehículos en estados del país, aunque señaló que para hacer el viaje a entidades lejanas es necesario que al menos se recojan seis.

El costo del flete, agregó, se puede descontar del dinero que se paga al dueño del vehículo (un peso con 20 centavos por kilo) por el auto como chatarra.

Planta de chatarrización de automóviles ubicada en Santa Clara, Ecatepec, estado de MéxicoFoto Yazmín Ortega Cortés

El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, dijo que, a pesar de que el programa se inció el 13 de agosto pasado, apenas el martes 18 se terminaron de acordar los formatos para realizar los trámites, mismos que se pueden descargar de la página de Internet del organismo.

Solís criticó que algunos medios de información se adelantaran a hacer juicios del programa comparándolo con el estadunidense Dinero por chatarra (Cash for clunkers, cuyo monto inicial, de mil millones de dólares, se terminó en seis días debido a la alta demanda), y explicó que en el caso mexicano se trata de un proyecto piloto.

Me parece que es muy temprano para realizar un balance. Eso lo tendríamos que hacer en las próximas cuatro semanas. La industria entró con entusiasmo al programa y me parece que son muy importantes las cosas que se puedan aprender de él para luego, junto con el Legislativo y el Ejecutivo, lanzar uno más robusto, destacó.

En ese sentido, Rosales sostuvo que no hay punto de comparación entre el programa mexicano y el estadunidense, debido a que la magnitud del mercado es muy distinta. En Estados Unidos hay un parque vehicular de 200 millones de automóviles, mientras que aquí existen alrededor de 27 millones, casi la décima parte.