La programación de la temporada agosto-diciembre 2009, de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN), que empezará el jueves 27 en el Auditorio Alejo Peralta del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, será un preámbulo a la celebración de efemérides del 2010, al presentar a valores mexicanos, artistas de reconocido prestigio tanto en nuestro país como en el mundo, expresó ayer su titular, Gabriela Díaz-Alatriste, quien dio a conocer el contenido de los nueve conciertos del ciclo.

El primer solista es el flautista Horacio Franco, quien en el concierto de pasado mañana, a las 19 horas, y el sábado 29, a las 13 horas, tocará dos obras: Segundo concierto para flauta de pico y orquesta de cuerdas, compuesta para él por Marcela Rodríguez. Inclusive, se trata de una nueva versión, ya que Rodríguez acaba de escribir un nuevo final para la ocasión, anotó Díaz-Alatriste. Franco también interpretará Concierto para flauta de pico sopranino, cuerdas y continuo en do mayor, de Vivaldi. El primer programa incluye también las danzas húngaras, 1, 3 y 10, de Brahms, así como su Sinfonía No. 2 en re menor.

En la conferencia de prensa encabezada por Daniel Leyva, director de Difusión y Fomento a la Cultura del IPN, Díaz-Alatriste señaló que son muchos los factores que intervienen en la programación de una temporada, desde presupuestales hasta qué es lo que le conviene a la orquesta. Para la titular de la OSIPN, la primera mujer en ocupar un puesto de este tipo en una orquesta en México, un factor relevante es la presencia de mujeres compositoras e intérpretes.

Una de las principales razones de la orquesta, continuó, es educar a la comunidad politécnica. De allí que tocamos obras del repertorio estándar que consideramos básicas para cualquier persona. En la presente temporada destacan los vínculos con la música popular. Al respecto, Díaz-Alatriste hizo hincapié en la gran tradición que existe en la música popular mexicana y concluyó: Efectivamente, la música de concierto no se pelea. Existen sólo dos tipos de música: la buena y la mala. Lo importante es tocarla e incluirla en el ámbito de concierto.

Aunque la mayoría de los conciertos serán en el auditorio Alejo Peralta, habrá sedes alternas, como el teatro Ocampo, de Cuernavaca, donde el 10 de septiembre se estrenará Fantasía en jazz, de Gina Enríquez, escrita para la OSIPN.

En el sexto programa, el 5 de noviembre en el Teatro de la Ciudad, se presentará el disco La viva muerte, y se interpretarán canciones populares oaxaqueñas cantadas por Susana Harp, con arreglos de Eugenio Toussaint. Este concierto se repetirá el día 7 en la plaza Ing. Lázaro Cárdenas, en la gala inaugural del cuarto Festival de Artes Escénicas de la Ciudad de México.

Concluirá la temporada los días 9 y 10 de diciembre, con el programa Oda a la alegría, que comprende la intervención de la soprano Rosario Andrade, la mezzosoprano Grace Echauri y el barítono Rosendo Flores, entre otros.

Leyva recordó que a finales de 2008 el auditorio Alejo Peralta fue totalmente restaurado, se cambió la butaquería, el escenario, los telones, las luces y el sonido.