Domingo 30 de agosto de 2009, p. 6
Considerando el desastre económico y la inseguridad social en que nos encontramos hundidos como país, ¿qué buenas cuentas puede brindar a la nación Felipe Calderón en su tercer Informe de gobierno?
Sólo le queda admitir que el catarrito se convirtió en cáncer
, que el agro nacional está devastado y que en sólo tres años logró que el país retrocediera décadas en materia de seguridad pública, salud y empleo, consideraron agrupaciones de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Destacaron que la tragedia financiera es producto de la aplicación de políticas neoliberales. Ellos reconocen que en México la economía es un desastre y que no vamos a poder salir adelante.
En este escenario, junto con agrupaciones sociales y campesinas, sindicatos preparan un mitin para el primero de septiembre, con el fin de apremiar al gobierno federal a que cambie el modelo de desarrollo.
Martín Esparza, líder del SME, manifestó que pese a las evidencias del fracaso del modelo neoliberal Calderón insiste en aplicarlo. Por eso estamos con los índices de desempleo más altos, la moneda devaluada, un calificativo en el exterior de apestados por la famosa influenza y sin captar turismo. Además, el presupuesto más alto que se autorizó al campo y la educación ahora se lo están quitando.
Educación, campo, Pemex y la CFE, flancos abiertos
A lo anterior se añade que cada año miles de jóvenes no tienen oportunidad de estudiar el nivel superior y que el campo se encuentra devastado. ¿Qué se va anunciar? ¿Que hay que privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)? ¿Que hay que cobrar a la población 5 por ciento de IVA a medicamentos y alimentos y que hay que modificar la Ley Federal del Trabajo para salir de la crisis? ¡Ese cuento nadie se los cree!
, apuntó.
El Frente Auténtico del Trabajo y el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear sostuvieron que es grave
que a la mitad del sexenio Calderón persista en seguir gobernando con el Ejército, debido a que al sacarlos de los cuarteles aumentó la inseguridad en las calles y, paralelamente, las violaciones a los derechos humanos.
En tres años el presidente del empleo
alcanzó un déficit de 4 millones de trabajos y aplicó en la práctica criterios de su reforma laboral que atentan contra la libertad sindical, como en los casos de Banco Azteca y Avon, entre otros.