Las tomas clandestinas y el robo de agua en las presas que nutren al Sistema Cutzamala ocasionan que, junto con las fugas en esa red hidráulica, los habitantes del Distrito Federal dejen de recibir diariamente 270 millones de litros del líquido.

Así lo aseguró el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, quien sostuvo que ésa es una tarea pendiente del gobierno federal, que debería enfocarse en su atención, pero prácticamente hace nada, igual que con el asunto de los asentamientos humanos irregulares que saturan las márgenes de las presas.

El funcionario fue cuestionado sobre el diagnóstico que recientemente elaboró el Instituto de Ingeniería de la UNAM, según el cual tomas clandestinas, asentamientos humanos irregulares, contaminación, daños estructurales y azolve son los principales problemas que afectan diversos tramos de ese sistema y que ocasionan que se vea mermada la eficiencia de la que es una de las principales fuentes de abastecimiento de agua de la capital y su zona conurbada.

Aguirre Díaz manifestó que ese informe refleja con claridad cuál es la situación del Sistema Cutzamala, y remarcó que fue motivo de pleito con las autoridades federales, pues se les hizo ver que no estaban invirtiendo lo necesario para corregir el olvido que por muchos años sufrió esa red hidráulica.

“Incluso –dijo–, nosotros detuvimos el Fideicomiso 1928 (mecanismo de colaboración entre las dos entidades para financiar proyectos hidráulicos y de saneamiento de aguas en el valle de México) porque había desatención de muchos años de la Federación en ese sistema. Tiene 10 años que no se atiende bien.”

Para el titular del SACM, tanto las tomas clandestinas como las fugas en la red son problemas que se dejaron crecer, por eso hoy el volumen de pérdidas que se tiene es alto; es mucha el agua que ya no recibe la ciudad.

Detalló que uno de los acuerdos que se alcanzaron con la Comisión Nacional del Agua (CNA) es que esa dependencia llevaría a cabo –y así lo hace– diversas acciones tendientes a reducir las fugas, sobre todo en las compuertas de las presas; lo que sigue es que se metan a lo de las tomas clandestinas. Mientras unos se roban el agua, otros resultan afectados en la ciudad.

–¿De cuánto son las mermas por las tomas clandestinas? –se le preguntó a Ramón Aguirre.

–Las pérdidas son mayores a 3 mil litros por segundo, que en términos más simples implicaría que se están dejando de recibir en esta ciudad 270 millones de litros diarios.

–¿Qué tiempo llevaría resolver esa problemática?

–De entrada, habría que precisar que ésa es una tarea del gobierno federal, como lo es todo el cuidado y atención del Sistema Cutzamala, que acumuló muchos años de abandono, y por tanto requiere tiempo para resolverse. Hay que destacar que se necesita una atención inmediata a esa situación, es obligada, porque dependemos de esa agua para el abastecimiento de la ciudad de México.

Finalmente, el director del SACM dijo que frente al fenómeno que en materia de agua está sufriendo la capital –lluvia insuficiente en esta temporada–, se deberá aprovechar al máximo el líquido disponible hasta el momento, porque por más que hagamos no aparecerá el agua en las presas del Cutzamala.