Jerusalén, 31 de agosto. Los genocidios y las limpiezas étnicas sufridas por los pueblos judío y árabe luchan por sobrevivir a las censuras en pleno regreso a clases. A unos días de que se reanude el ciclo escolar en Israel y en Gaza, las editoriales esperan órdenes para imprimir sus libros de texto: Israel quiere eliminar la palabra nakba (con que los árabes designan la catástrofe de la creación del Estado de Israel) de sus manuales, mientras Hamas advierte contra cualquier alusión al Holocausto en los colegios de la franja de Gaza.

El ministro de Educación de Israel, Gideon Sa’ar, anunció hoy que el término nakba será eliminado de los libros de texto de este año. Mientras, el grupo islamita radical Hamas lanzó el domingo un rotundo mensaje a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para frenar cualquier intención de hablar sobre la mentira del Holocausto en los colegios que controla en la franja de Gaza.

Un día antes de que se inicie el año escolar en Israel, el ministro afirmó que lo sufrido por el pueblo árabe (durante la guerra árabe-israelí de 1948) fue ciertamente una tragedia, pero consideró que la llamada por los israelíes guerra de independencia para la formación de su Estado no puede ser presentada como un “Holocausto, una catástrofe o un desastre.

No podemos refererirnos a la creación del Estado de Israel como una tragedia, dijo hoy el ministro de Educación, quien hace unas semanas declaró que la decisión, en 2007, de incluir el término nakba en los libros de texto de los alumnos árabes de entre ocho y nueve años fue un error que será corregido.

Tras la reforma promovida en 2007 por el entonces ministro de Educación, Yuli Tamir, los alumnos árabes de primaria aprenden que la guerra de 1948, tras la cual se formó el Estado de Israel, “es conocida como nakba por los árabes –que la ven como una catástrofe, una perdición y una humillación– mientras los judíos la conocen como guerra de independencia”.

Además, el libro hablaba de la expulsión de miles de palestinos que pasaron a convertirse en refugiados después de que sus tierras fueron confiscadas por los israelíes.

Se calcula que entre 600 mil y 800 mil árabes fueron expulsados de sus casas, mientras el saldo de muertos que dejaron los 15 meses de guerra podría ser de entre 8 mil y 15 mil árabes y cerca de 6 mil judíos.

La decisión del ministro de Educación israelí no es más que un nuevo paso de la nueva política del gobierno del primer ministro Benyamin Netanyahu, que desde su llegada al poder, en marzo, “no ha hecho más que incrementar su tendencia a eliminar la memoria de la nakba y otros símbolos históricos de los árabes”, afirmó la vocera de la Asociación por los Derechos Civiles en Israel, Nihirt Moskivich.

Algunas de las medidas puestas en marcha por el nuevo gobierno han sido la rebaja de las ayudas a los centros públicos, como ayuntamientos y colegios, que conmemoren la nakba el 15 de mayo, o la retirada de los nombres en árabe de las señales de tránsito.

La decisión del gobierno israelí llegó un día después que Netanyahu fustigó en la reunión semanal de su gabinete los intentos de regímenes que intentan negar el Holocausto, y de que Hamas advirtió contra la enseñanza del genocidio judío en las escuelas de Gaza.

Hamas escribió una carta al vocero de la ONU en la franja de Gaza y exigió que retire cualquier plan de introducir un nuevo libro de historia que incluya la enseñanza del Holocausto en sus escuelas.

Hamas calificó el Holocausto de mentira inventada por los sionistas que refuerza la aceptación de la ocupación de los territorios palestinos.