Para los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) las dificultades económicas y de seguridad pública que atraviesa el país no son responsabilidad exclusiva de Felipe Calderón, sino herencia de las administraciones priístas y producto de factores externos.

Con esa visión, sin haber alcanzado acuerdos internos para definir su agenda legislativa, los integrantes de la bancada panista en el Senado reiteraron su lealtad y compromiso al Presidente de la República, quien –de acuerdo con sus compañeros de partido– todavía no decide qué estrategia va a tomar frente a las propuestas de la Secretaría de Hacienda: incrementar impuestos o crear otros, aumentar tarifas de bienes y servicios básicos, o incluso aplicar recortes a la burocracia.

Esos temas fueron revisados junto con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, durante la sesión plenaria que la bancada sostuvo ayer, en la cual se insistió en que la austeridad en el gasto público debe ser el eje de cualquier acuerdo o negociación del paquete económico 2010.

Sin embargo, esa austeridad, que ayer pregonaron los legisladores panistas, contrastó con el lujo del hotel en que llevaron a cabo su encerrona: el St. Regis, ubicado sobre Paseo de la Reforma, en el cual una habitación tiene tarifas de mil 500 dólares o más, con servicio de mayordomo y valet parking las 24 horas, spa y exclusivos salones para eventos. Todas las tarifas son en moneda estadunidense.

En los pasillos de mármol, los representantes populares dijeron que los recortes al presupuesto 2010 no deben afectar a las personas con mayor nivel de vulnerabilidad, como llaman a los pobres. Hemos hablado de cómo atender, yo no diría los focos rojos, pero sí a esas personas que como consecuencia de la crisis tan severa están pasando una situación peor de la que se tiene actualmente, respondió el senador Rubén Camarillo, especialista en asuntos del sector energético, quien al ser interrogado sobre el mensaje que mandan los senadores del blanquiazul a la sociedad al sesionar en uno de los hoteles más caros del país, dijo:

Lo importante es lo que estamos sacando como producto de estas pláticas. Para nosotros es importante que haya un buen paquete económico, que atienda las principales necesidades de los ciudadanos.

No obstante, los comentarios a las interrogantes sobre el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos fueron escuetos e imprecisos, ya que, reveló el propio coordinador blanquiazul, Gustavo Madero, no obtuvieron información específica del titular de la Secretaría de Hacienda. Mientras, otros senadores lamentaron que nada haya aportado la charla con el responsable de la política interna para tener definiciones acerca de la propuesta que Felipe Calderón planteará al Congreso ni sobre el estado que guarda la seguridad en el país.

Como dicen por ahí, ya que veamos la tempestad nos hincamos y juntamos para hacer lo mejor por este país, agregó Camarillo, aunque se pronunció por no cargar más la mano a los ciudadanos, sino por ampliar la base de contribuyentes.

La reunión plenaria de los senadores panistas fue breve, porque 40 minutos antes de la sesión de Congreso General debieron salir a toda prisa para abordar el autobús que los trasladaría a San Lázaro. Tanto era el apuro de los legisladores por salir hacia la Cámara de Diputados, que dejaron atrás a varios, entre ellos la de Chihuahua, Teresa Ortuño, quien tuvo que perseguir al automotor y golpear en varias ocasiones la puerta para que le permitieran subir.

Al frente del autobús iban los senadores Santiago Creel, Felipe González y el coordinador del grupo, Gustavo Madero. Este último desestimó las declaraciones del ahora presidente de la Cámara, su compañero de partido Francisco Ramírez Acuña, quien declaró la víspera que de la legislatura que comienza saldrán presidenciables.

De los 114 millones de mexicanos saldrán los presidenciables. No quisiera restringirlo a un espacio o algún poder; hay líderes, gobernadores, que también tienen esas aspiraciones, aseveró.