Santiago, 2 de septiembre. La justicia chilena comenzó hoy con los arrestos de ex militares tras dictarse el procesamiento de 129 ex agentes de la policía secreta de la dictadura acusados de participar en la detención, tortura y asesinato de 77 opositores entre 1974 y 1977. Además, ordenó la detención del general en retiro Sergio Moreno Saravia, cercano colaborador de Augusto Pinochet, acusado de malversación de caudales públicos.

El ex oficial, que ejerció como jefe de la Casa Militar de la Presidencia entre abril de 1989 y marzo de 1990, fue encerrado en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén por orden del magistrado Manuel Valderrama.

El juez encausó a Moreno Saravia por el delito de manipulación de gastos reservados por cerca de 20 millones de dólares y de haberlos mantenido en cuentas del banco Riggs de Estados Unidos, principalmente.

En un proceso anterior, resuelto por el juez Carlos Cerda, el ex uniformado apareció como beneficiario de un poder general extendido por Pinochet para que operara cuentas bancarias en el exterior, como las del Barclays Bank.

La detención de Moreno Saravia surge mientras el juez Víctor Montiglio inició el procesamiento de más 129 ex agentes de la policía secreta de la dictadura que participaron como coautores de secuestros calificados y homicidios en tres casos de represión de opositores: la Operación Cóndor, la Operación Colombo y el caso Calle Conferencia.

La Operación Cóndor fue una coordinación entre las dictaduras del Cono Sur americano para eliminar opositores en los años 70 e inicios de los 80. La Operación Colombo fue un montaje creado en 1975 para encubrir la desaparición de 119 líderes opositores, la mayoría miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

El caso Calle Conferencia consistió en el exterminio, a mediados de 1976, de toda la directiva del Partido Comunista que actuaba en la clandestinidad.

Estamos investigando a todos los que tuvieron participación. A todos los que estuvieron en los cuarteles, independientemente de la manera en que hayan intervenido o procurado favorecer la situación de impedir la libertad de las víctimas, dijo Montiglio, quien resaltó que estamos mucho más cerca del final de estos casos.

El magistrado precisó que varios de los detenidos fueron guardias en los recintos de detención clandestinos que montó la Dirección Nacional de Inteligencia, y que participaron en el traslado de prisioneros o realizaron detenciones de dirigentes opositores.

En tanto, una protesta de estudiantes de la Universidad de Humanismo Cristiano en respaldo a la reivindicación de tierras de los indígenas mapuches derivó en un ataque con bombas incendiarias a una sede de la policía civil en Santiago, que dejó un agente herido.

Es un hecho muy grave. Aquí se intentó atentar contra una entidad cuya función es proteger a todos los chilenos, dijo a los periodistas el subsecretario del Interior, Patricio Rosende.