Chilpancingo, Gro., 3 de septiembre. El diputado perredista Celestino Cesáreo Guzmán asumió la presidencia de la Comisión de Gobierno del Congreso local, en sustitución de Armando Chavarría Barrera, ejecutado hace 15 días. Es una pena hacerlo en estas condiciones, como diputado suplente en funciones de un gran ciudadano, de un amigo, de un líder político, dijo.

Después de rendir protesta, dijo que quienes asesinaron a su compañero de partido creyeron que con quitar de en medio físicamente a Armando Chavarría iban a desaparecer su proyecto. Hemos venido a este Congreso con la esperanza de reformarlo y acabar con su desprestigio.

Guzmán insistió en que luchará por que se esclarezca la muerte de Chavaría, porque era la cabeza de esta soberanía y su asesinato constituye una agresión directa al Congreso, a cada uno de nosotros, más aún: a todo el estado, y negar que fue un crimen político no sólo es mezquino, es perverso.

Exhortó a los 31 congresos estatales y a la Asamblea Legislativas del Distrito Federal para que se manifiesten sobre el crimen: Promoveré la creación de una comisión especial para dar seguimiento a las investigaciones. Estableceremos una comunicación permanente y fluida con las autoridades estatales y federales que se encargan de la investigación y llevaremos este caso a las instancias que sean necesarias.

Heriberto Salinas Altés, secretario de Seguridad Pública, rechazó que vaya a renunciar, como lo exigió el Partido de la Revolución Democrática. Creo que estamos haciendo las cosas bien, y no tengo en mente renunciar. Trabajo hasta que me corran, dijo.

Félix Salgado Macedonio, ex alcalde de Acapulco, dijo que el gobierno de Zeferino Torreblanca tiene la obligación moral de esclarecer este abominable crimen, independientemente del móvil.

El delegado estatal del partido Acción Nacional, Carlos Millán Sánchez, pidió que no se descarte la posible relación entre el crimen y las corruptelas detectadas en la Auditoría General del estado, línea que los fiscales excluyeron ayer.