Con la puesta en operación de un centro de fusión de inteligencia, el Centro de Información y Seguridad Nacional (Cisen) es presentado como el organismo gubernamental que desactiva riesgos y amenazas promovidas por grupos subversivos o terroristas y narcotraficantes.

Hace dos años, tras los bombazos en instalaciones de Pemex, cuya autoría reivindicó el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el gobierno federal admitió que el Cisen estaba desmantelado en materia de recursos humanos y materiales.

Ahora, en el tercer Informe de la administración calderonista, emitido en el contexto de una escalada de homicidios vinculados al crimen organizado, la Secretaría de Gobernación exhibe a este centro (órgano de inteligencia del gobierno federal) como un bastión fortalecido que entregó información oportuna a diversas dependencias para desmantelar grupos de la delincuencia organizada e incluso para romper las redes de infiltración en cuerpos policiales y de procuración de justicia.

En esta última acción, relativa al desmembramiento de los esquemas de protección institucional a delincuentes, el Cisen tuvo una significativa colaboración del gobierno de Estados Unidos.

El Cisen, órgano desconcentrado de Gobernación, es dirigido por Guillermo Valdés, amigo del presidente Felipe Calderón, dedicado –antes del arranque de este sexenio– a los estudios de opinión pública y de preferencias electorales que siempre dieron ventaja al entonces candidato presidencial panista.

El Cisen ha recibido en los dos años anteriores aumentos presupuestales sin precedente. En nada se comparan los 665 millones ejercidos al inicio de los gobiernos panistas, hace 9 años, con los 2 mil 439 millones de pesos asignados para 2009.

Hasta ahora, el aumento de recursos no ha sido sinónimo de una reducción en los índices delictivos relacionados con alertas a la seguridad nacional, especialmente el narcotráfico.

En el informe, la dependencia que encabeza Fernando Gómez Mont hace énfasis en el tema de los grupos subversivos y asegura que el Cisen acotó al EPR, grupo guerrillero que reclama la presentación con vida de dos de sus dirigentes, vistos por última vez en Oaxaca en mayo de 2007.

El trabajo realizado –asegura Gobernación– inhibió las acciones violentas del EPR e incluyó la búsqueda de opciones para la atención de aquellos reclamos que son legítimos por medio del diálogo y la negociación, lo que produjo un giro histórico en la estrategia de esa expresión armada que había rechazado sistemáticamente cualquier contacto con el gobierno federal.

Lo que no precisa el tercer Informe es que los mediadores para el caso EPR dieron por concluidos sus trabajos ante lo que consideran falta de voluntad política del gobierno federal para ahondar en la investigación del paradero de los líderes eperristas.

A escala general, el resumen destaca la colaboración del órgano de inteligencia en cuestión con 44 áreas de inteligencia de 35 países, como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, lo cual permitió inhibir eventuales intentos de ingreso o cruce de agentes terroristas, señala.

La acción del Cisen es variopinta porque lo mismo dice alimentar de información eficientemente a otras dependencias, por medio del mencionado centro de fusión de inteligencia, que atender temas coyunturales y relevantes para la seguridad nacional ante la epidemia de influenza que afectó a México en abril pasado.

Para este caso, el Cisen cerró espacios y disuadió a viajeros que pretendían llegar a nuestro país, especialmente en las fronteras marítimas.

Se emitieron alertas para prevenir y disuadir la explotación del intenso flujo de viajeros propio del periodo vacacional, ya sea por grupos vinculados a la delincuencia organizada que pudieran intentar perpetrar ataques violentos en territorio nacional, o por terroristas internacionales que pudieran intentar ingresar a territorio nacional para transitar hacia Estados Unidos, señala.

En el contexto de un considerable aumento de recursos públicos, Gobernación afirma que en el periodo septiembre 2008 a agosto pasado, el Cisen contribuyó a que el Estado Mexicano hiciera frente a hechos que pueden vulnerar la seguridad nacional, el estado de derecho o la gobernabilidad.

Con base en un mayor presupuesto, el Cisen creó –en abril pasado– la Escuela de Inteligencia para la Seguridad Nacional, para reclutar, capacitar y seleccionar a especialistas en generación de inteligencia y contrainteligencia. Además mejoraron sus sistemas informáticos.