La situación actual, basada en estrategia formativa desde los años 60, dice
Viernes 4 de septiembre de 2009, p. 40
Desde los años 60 se inició en Cuba una estrategia de educación sexual que se ha traducido en el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos de la población, y particularmente de las mujeres y los jóvenes, aseguró Mariela Castro (hija del presidente Raúl Castro), directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de la isla.
Señaló que por el trabajo iniciado en aquella época por la Federación de Mujeres Cubanas, las personas gozan de bienestar, porque nos hacemos dueñas de nuestra realidad y futuro. Tenemos proyectos con cultura, una cultura de la sexualidad que también da libertad
.
En entrevista, explicó que en Cuba se ve a la educación sexual como un componente inherente a la persona, y destacó la importancia de este enfoque, que es contrario a la anulación y tergiversación que impone la cultura dominante.
Mencionó que bajo esa otra perspectiva los individuos han sido colocados en una posición de culpa ante la capacidad de desear y sentir placer, además de que se ha promovido la confrontación entre hombres y mujeres, y sobre todo la subordinación de la población femenina.
Históricamente, señaló, se nos ha colocado en lugares injustos y dañinos
. Debido a que en algunos lugares sólo se legitima la función reproductiva de las mujeres, todavía tienen los hijos que Dios manda, pero yo estoy segura que Dios no es tan malo
, indicó.
Castro estuvo de visita en México para participar en la Consulta Técnica Regional sobre las Directrices Internacionales para Educación en Sexualidad, con la que los expertos en salud sexual y reproductiva de América Latina y El Caribe acordaron los mecanismos para dar seguimiento a la declaratoria ministerial Prevenir con Educación, suscrita el pasado mes de agosto por los ministros de Salud y Educación de la región.
Resaltó los avances de la isla en este tema, los cuales vienen desde los años 60, cuando al término de la Revolución se decidió institucionalizar los servicios de interrupción del embarazo, a fin de garantizar el acceso de las mujeres a esta práctica clínica. Hasta entonces, el beneficio estaba reservado para quienes pudieran pagar una atención médica privada.
Actualmente el aborto sólo se penaliza cuando se realiza en contra de la voluntad de la mujer, si se cobra por el servicio o si no se efectúa en hospitales y con médicos expertos. Con esta decisión del gobierno cubano se defiende la vida de las mujeres, el cuidado de su salud y el reconocimiento de su derecho a decidir sobre su cuerpo, subrayó Mariela Castro.
La política de promoción de la salud sexual y reproductiva ha llevado a que las cubanas gocen de bienestar, que se refleja en una tasa de mortalidad materna muy baja.