Ante el recorte en el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunciado por el gobierno federal, el rector de la institución, José Narro Robles, hizo un llamado a directivos de la casa de estudios para hacer un eficiente uso de sus recursos y reducir gastos prescindibles.

En una reunión privada con directores de escuelas, facultades, institutos y centros de investigación, Narro informó que el recorte para el ejercicio de 2009 representa, en números redondos, 214 millones de pesos, por lo que exhortó a sus colaboradores a hacer un esfuerzo con el fin de no afectar ni poner en riesgo las áreas sustantivas de la UNAM como la investigación, la docencia y la difusión de la cultura.

Aunque las secretarías de Educación Pública y de Hacienda y Crédito Público no han notificado oficialmente a las autoridades universitarias sobre el recorte del uno por ciento al presupuesto de la institución –el cual fue anunciado hace unos días por Alonso Lujambio–, Narro convocó a esta reunión extraordinaria para plantear propuestas de prevención en el gasto.

Algunos de los asistentes a la cita informaron que el rector solicitó la solidaridad de los directores de las diversas entidades universitarias para que realicen un uso eficiente y oportuno del presupuesto para gastar bien y con conciencia.

Los consultados agregaron que también pidió a todos los directivos involucrarse en los procesos administrativos de las entidades que encabezan, exhortán- dolos a trabajar en conjunto con sus respectivos administradores.

Narro sostuvo que las medidas para enfrentar la reducción presupuestal tendrán carácter obligatorio para la administración central y de recomendación para escuelas, facultades e institutos, aunque confió en que éstos se solidaricen con la estrategia de ahorro.

Entre las medidas que se aplicarán destacan la no apertura de nuevas plazas; reducción en los trabajos por honorarios; control en el uso de teléfonos móviles y combustible para vehículos; disminución en gastos de representación, reuniones foráneas, comidas y actos de fin de año; la cancelación de compras de mobiliario, automóviles y diversos equipos, entre otras acciones.

El rector también pidió a sus colaboradores efectuar un análisis de las condiciones en las que se encuentra cada una de las áreas de la institución, realizar sólo los gastos indispensables y proteger los ingresos extraordinarios. Se trata de un esfuerzo interno, pero el recorte es un hecho que se va a reflejar, sobre todo porque el momento en que llega es tardío, para los últimos cuatro meses del año. El mismo análisis que haga cada director para el cierre de 2009 debe ser un ejercicio para el siguiente año, que será muy complicado por lo que tendremos que cuidar al máximo el presupuesto que se apruebe para 2010, aseveraron los directores consultados.

A finales de 2008, la Cámara de Diputados aprobó para la UNAM un presupuesto de 21 mil 337 millones 73 mil 934 pesos para el ejercicio de 2009, cifra que representó 700 millones adicionales a lo que en ese momento propuso el Ejecutivo federal: 21 mil 53 millones 571 mil 934 pesos. Esa cifra, sumada a los ingresos propios de la institución (2 mil 583 millones 502 mil pesos) hacían un total –hasta antes del recorte– de 24 mil 337 millones 73 mil 934 pesos.