Sin rodeos, en su primera visita a la casa presidencial, el coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados –la mayor fracción en San Lázaro, integrada por 237 de los 500 legisladores–, Francisco Rojas, garantizó su colaboración a Felipe Calderón, con un objetivo: queremos regresar a Los Pinos, pero con un país en marcha, con bienestar en términos positivos, y no ver el derrumbe de nuestras instituciones.

Rojas, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, hizo esa afirmación ante la prensa tras haber comido con el titular del Ejecutivo, a quien entregó el programa económico de los diputados y senadores del tricolor.

Los priístas, anticipó, contrastarán su documento con el que envíe el gobierno el martes, aunque aseguró que el suyo va más allá del que nos vayan a presentar.

A invitación del Presidente, Rojas llegó a Los Pinos a las 14:20 horas, a bordo de un automóvil BMW negro, y a las 16 horas salió para conversar con los reporteros. Luego regresó al interior.

Tela de donde cortar

Con el fin de tapar el llamado boquete fiscal, aseguró que hay tela de donde cortar en el gasto federal. Dijo que pugnó ante Calderón por fortalecer la banca de desarrollo y regular la comercial, así como revisar los regímenes especiales.

Al preguntarle si conversaron sobre la conveniencia de aplicar el impuesto al valor agregado a alimentos y medicinas, respondió que no entraron a ninguna particularidad, ya que los priístas esperarán a recibir el paquete económico.

Cinco días antes de que la Secretaría de Hacienda presente dicho paquete, aseguró que existen márgenes de discusión para fortalecer los ingresos. Por ejemplo, se pronunció por revisar los regímenes especiales y la evasión fiscal, ya que el primer caso, afirmó, representa 500 mil millones de pesos al año, casi 4 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Sobre la reunión con Calderón –de la que Los Pinos emitió un comunicado de tres párrafos, a diferencia del PRI, que incluso difundió una versión estenográfica de la entrevista–, explicó que salió con un acuerdo de “colaboración, de respeto y de diálogo.

Nos interesa tener un país fuerte y próspero, porque queremos regresar a Los Pinos, pero con un país en marcha, con bienestar, en términos positivos, y no ver el derrumbe de las instituciones.

–¿Pero son posibles o imposibles las reformas?

–Todo es posible si lo discutimos de cara a la sociedad y las decisiones se toman en conjunto por toda la sociedad.

–¿Los priístas perciben un Presidente acorralado?

–Percibo un Presidente que está tratando de cumplir son su deber. Esperemos que las líneas que mencionó en su mensaje a la nación estén correspondidas en el programa que nos va a presentar el próximo martes.

Añadió que ante Calderón expuso las medidas que propone el PRI, en particular, el fortalecimiento de la banca de desarrollo. En lo que pareció una crítica a los gobiernos panistas, se quejó de que en los últimos 10 o 12 años esa banca ha disminuido mucho el financiamiento a los sectores productivos.

El diputado priísta deploró que la banca de desarrollo haga 25 por ciento de lo que hacía en 1994 o 1998, siendo que puede ser uno de los pilares para el crecimiento del país: de la infraestructura en el caso de Banobras; de la política industrial de Nacional Financiera; del comercio exterior con Bancomext y del campo por parte de Financiera Rural.

De igual forma, abogó por fortalecer la regulación de la banca comercial, ya que ha dejado de financiar al sector productivo mexicano en los últimos años, y un país que no tiene financiamiento, simplemente no tiene desarrollo.

Además, consideró que se requiere hacer una reingeniería del gasto público, lo que puede llevarse más tiempo que lo que dura este periodo legislativo. Por lo pronto, adelantó que estudiarán si todos los programas cumplen con sus objetivos.

Insistió en cuestionar lo hecho por los gobiernos anteriores, al señalar que su partido examinará si existen erogaciones excesivas o superfluas, porque el gasto corriente y las estructuras gubernamentales han crecido enormemente, y es probable, abundó, que muchas no se justifiquen.

Sobre si el PRI está dispuesto a hacer un sacrificio en la Cámara de Diputados, señaló que harán una revisión estructural, lo mismo para todo el Poder Legislativo que para el Judicial y los tres niveles de gobierno, con el fin de que haya transparencia y rendición de cuentas.

Deben desaparecer 70 subsecretarías y mil direcciones, dice el senador

Riesgo de que la pobreza extrema se convierta en hambruna, alerta

Andrea Becerril

El coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que, más allá de las diferencias ideológicas y de la participación partidaria, ese órgano del Congreso debe legislar para atender la emergencia nacional, ya que los altos índices de pobreza en muchos sitios de la República pueden convertirse en hambruna.

Adelantó que insistirán en que se reduzca la alta burocracia que hoy nos agobia, ya que en el sexenio de Vicente Fox y en lo que va de la administración de Calderón se crearon 70 subsecretarías y mil direcciones adjuntas, las cuales tienen que desaparecer, porque ahí es donde se gastan los recursos fiscales que deben ser para estimular la economía.

Tras tomar posesión como presidente del Instituto Belisario Domínguez, expuso que el gobierno requiere de una reingeniería administrativa, ya que se ha convertido en un pesado elefante que no permite reaccionar con la velocidad que ameritan los tiempos.

En su discurso, Beltrones aseveró que el Senado está comprometido con la búsqueda de fórmulas para lograr que el país retome el crecimiento económico, una educación moderna para el futuro, la búsqueda de mejores instrumentos para combatir la delincuencia organizada y la modernización del sistema político, en el entendido de que el viejo presidencialismo es infuncional para los acuerdos.

La bancada del PRI, refrendó, va por las reformas que permitan al Congreso la ratificación del gabinete presidencial, con el fin de mejorar la calidad de sus integrantes y evitar la mediocridad de funcionarios gubernamentales de los últimos años que no merecían tener un alto puesto, pero lo obtuvieron con base en la amistad del Ejecutivo en turno,

No descartó incluso una nueva reforma constitucional, con el fin de que el presidente de la República pueda en un futuro asistir al Congreso y responder directamente a las preguntas de diputados y senadores.

La modificación del año pasado, explicó, fue para evitar el viejo formato protocolario que obligaba al Ejecutivo a acudir cada primero de septiembre a San Lázaro para rendir su Informe, lo que en los últimos años generó una serie de conflictos.

“Nunca pensamos que esto se iba a circunscribir a ‘no hablo en el Congreso, pero hago un evento particular, donde hablo y todos aplauden’. Ése no fue el espíritu de la reforma, sino la rendición de cuentas”.

Por separado, el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, expresó su desacuerdo con esa posible contrarreforma. “Me parece un sinsentido que la izquierda mexicana haya impulsado y logrado que el primero de septiembre no sea ya el ‘día del presidente’ y ahora se proponga regresar a ello, para establecer el ‘día contra el presidente’”.

En su discurso, Navarrete sostuvo que todas las fuerzas políticas deben tener un diálogo sin reticencias con el Ejecutivo, con el fin de encontrar salidas a la crisis. Más tarde, en entrevista en sus nuevas oficinas, afirmó que usará el teléfono rojo que existe ahí para comunicarse con el presidente Felipe Calderón y tocar los temas que involucran a esa cámara del Congreso.