Economía
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Responsables de finanzas determinaron continuar con el gasto de 5 billones de dólares

Se compromete el G-20 a mantener las medidas de emergencia contra la crisis

Sin acuerdo, tema de bonos a banqueros; EU y Gran Bretaña disienten de Francia y Alemania

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El ministro suizo de Finanzas, Anders Borg (izquierda), en Londres, donde se realizó la reunión del G-20Foto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de septiembre de 2009, p. 27

Londres, 5 de septiembre. El Grupo de los 20 (G-20) se comprometió a mantener las medidas de emergencia para luchar contra la crisis, hasta que se consolide la recuperación, pero no se pusieron de acuerdo sobre el detalle de las medidas para limitar el pago y los bonos a banqueros.

Los ministros de Finanzas de las potencias industrializadas y emergentes acordaron adoptar más medidas para fortalecer el sistema financiero, tras una reunión de dos días que tuvieron en Londres, para preparar el terreno de la cumbre que se celebrará los días 24 y 25 de septiembre en la ciudad de Pittsburgh, en Estados Unidos.

Los funcionarios determinaron continuar el gasto de los 5 billones de dólares comprometidos en estímulo económico y postergar la finalización de las medidas de emergencia, hasta que las economías se encuentren lo suficientemente fuertes como para valerse por sí mismas.

Seguiremos aplicando de forma decisiva nuestras medidas necesarias de apoyo financiero y políticas fiscales expansivas, hasta que la recuperación esté asegurada, afirmaron en su comunicado final en el que se declararon prudentes sobre las perspectivas para el crecimiento y el empleo.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Tim Geithner, también se mostró cauteloso. Las acciones (del G-20) han sacado a la economía mundial del borde del abismo; sin embargo, nos esperan todavía retos importantes, dijo.

Al inaugurar la reunión, el primer ministro británico, Gordon Brown, instó a los ministros a no caer en la autosatisfacción y el exceso de confianza ante las primeras señales de recuperación económica y se acordó que cada país diseñará sus estrategias de salida.

En el capítulo más polémico, se esperaban acuerdos para restringir las remuneraciones a los banqueros, si bien se acordó regular las primas y darles mayor transparencia, así como la posibilidad de diferir pagos y recuperarlos, en caso de malos resultados, no se fijaron límites a las percepciones, consideradas una de los factores que desencadenaron la crisis mundial; la oposición de Estados Unidos y Gran Bretaña impidió fijar máximos a los bonos para los banqueros, como impulsaban la mayoría de los países europeos, sobre todo Francia y Alemania.

Menos claro todavía fue el compromiso del G-20 a reformar los organismos multilaterales de crédito, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y la representación de economías emergentes en los mismos. El grupo de los BRIC –Brasil, Rusia, India y China– defendían una transferencia de 7 por ciento de los países industrializados en el Fondo Monetario Internacional (FMI) a las naciones emergentes y en desarrollo, y de 6 por ciento en el caso del Banco Mundial.

En ese mismo ámbito, el G-20 señaló grandes progresos en el fortalecimiento de las instituciones financieras internacionales (IFI) e indicó que estaba cerca de obtener los 850 mil millones de dólares de recursos suplementarios aceptados en abril por la cumbre de Londres. El FMI se llevará 500 mil millones.

Sanciones a paraísos fiscales

Uno de los puntos de acuerdo fue la aplicación de sanciones a paraísos fiscales a partir de marzo de 2010. Los países tendrán esa fecha como plazo para cooperar en investigaciones sobre evasión de impuestos o de lo contrario enfrentarán sanciones.

La decisión se produjo en medio de una ofensiva a nivel mundial sobre evasiones fiscales. Alemania pagó por datos de clientes de bancos de Liechtenstein y Estados Unidos acusó al gigante UBS de ayudar a que estadunidenses eludieran impuestos.

Suiza, que administra un tercio de un estimado de 7 billones de dólares en patrimonios extranjeros, está en la denominada lista gris de paraísos fiscales y apunta a ratificar al menos una docena de acuerdos de intercambio de información impositiva para evitar consecuencias. Con eso, el país europeo ha realizado concesiones sobre sus atesoradas leyes de secreto bancario que la ayudaron a emerger como un centro financiero mundial. Otros prominentes centros financieros en la lista son Liechtenstein, Mónaco y Austria, junto con más de 30 naciones.