Un cartel muy atractivo
or fin la empresa de la Plaza México decidió acordarse del público y armó un cartel de gran interés humano y taurino con una terna novilleril integrada exclusivamente por mujeres: la moreliana Hilda Tenorio, la capitalina Elizabeth Moreno y la meridense Lupita López, para lidiar un serio encierro de la ganadería tlaxcalteca de El Grullo, propiedad de don José González Dorantes.
Además de esta circunstancia, con algunos precedentes en esta plaza, como el del 14 de agosto de 2005, en que Tenorio cortó tres orejas, y Moreno dio vuelta, alternando con la hoy matadora en retiro Marbella Romero y la rejoneadora Mónica Serrano con seis novillos de Arroyo Zarco y uno de Mar de Nubes, varios otros factores vuelven interesante y sugestiva tan inusual combinación.
Transcurridos cuatro largos años, pues en el país de los PTPC’s (Presidentes Taurinos Panistas de Clóset) nadie, ni siquiera en la fiesta, tiene prisa, dos de aquellas alternantes siguen en la brega: la menuda y talentosa Hilda Tenorio, lastimada gravemente en una rodilla por un manso de Guanamé en la México que interrumpió su ascendente carrera, y la alta y guapa Elizabeth Moreno, sin duda la mujer vestida de luces que mejor ha toreado por naturales en la historia de la malograda plaza monumental, la inolvidable tarde del 17 de octubre de 2004.
Hilda Tenorio. En este coso ha actuado nueve tardes como novillera, cortando siete orejas, y en todas sus comparecencias ha dejado constancia de su cabal asimilación de los principios de la tauromaquia. Dominadora de los tres tercios, con un valor sereno que contrasta con su figura casi de niña, la también flamante abogada Tenorio hasta ahora ha privilegiado la consistencia sobre la expresión. A su envidiable técnica y repertorio ojalá añada esa dosis de interioridad que pronto la puede convertir en figura.
Elizabeth Moreno. Su caso es para Ripley, pues habiendo causado una fuerte impresión en público y crítica, tras su debut en el coso de Insurgentes ningún empresario, promotor, apoderado o lo que se le parezca logró administrar, encauzar y capitalizar el extraordinario sello torero de esta ex modelo profesional. Lo peor es que a la escasez de novilladas ha sobrevenido una notoria disminución en el ánimo de Elizabeth, cuya calidad artística deberá corroborar y reposicionar esta tarde.
Lupita López. Nieta, hija, sobrina, hermana y prima de toreros, esta licenciada en nutrición acaricia con la mirada a sus semejantes y a los toros con sus telas, pues lo mismo templa con capote que con muleta. Sólo una ocasión la vi torear –en Puebla, frente a un complicado encierro de Ajuluapan– y desplegó sentimiento, seguridad, hondura y conocimientos. Si su lote se lo permite, Lupita será una muy grata sorpresa para el público capitalino, urgido de aclamar a toreros que lo reflejen y emocionen.
Orgullo de México, estas tres mujeres han sacrificado mucho de su vida para dedicarse a tan azarosa profesión. Para variar, las tres han toreado poco, pero su espíritu de guerreras habrá de suplir las deficiencias de un medio taurino con brújula pero sin imán. ¡Mucha suerte!