La senadora perredista Claudia Corichi denunció que en el Congreso hay resistencia a realizar reformas tendientes a evitar que se burle la paridad y la equidad de género en las candidaturas a puestos de elección popular.

Recordó que en marzo pasado se pretendió desechar la iniciativa que desde 2007 ella presentó para modificar la legislación electoral.

A pesar de lo anterior, agregó, las nueve senadoras panistas la respaldaron y se sumaron a su propuesta para modificar el ar- tículo 220 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) con el fin de evitar que se incumpla con la paridad y en la lista de candidatos plurinominales se coloque a mujeres que luego ceden sus escaños o curules a varones.

Es necesario acabar con ese tipo de actos discriminatorios y lesivos para la sociedad, reiteró.

Por ello, abundó, van a pelear para que se dictamine y apruebe la iniciativa, que señala la obligación de que, en caso de que mujeres sean titulares en las candidaturas al Congreso, sus suplentes también lo sean.

En la actual legislatura hay dos casos de senadores de lista que fueron anotados como suplentes por el Verde Ecologista, pero llevan ya tres años como titulares. Se trata de Javier Orozco Gómez y Jorge Legorreta, a quienes María Irma Ortega Fajardo y Gabriela Aguilar García cedieron sus lugares inmediatamente después de rendir protesta.

Tanto Corichi como la senadora panista Judith Díaz advirtieron que esa situación no debe repetirse. Adelantaron que el martes próximo llevarán el tema al pleno y demandarán que las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos dictaminen ya la reforma al Cofipe, para acabar con prácticas poco éticas que acaban en la práctica con la representación paritaria.

La perredista resaltó que aunque la ley prevé que por lo menos 30 por ciento de los candidatos a diputados y senadores deben ser de un género diferente, en la práctica sólo hay 21.4 por ciento de legisladoras, contra 78.6 por ciento de varones.

A su vez, la legisladora panista cuestionó a los partidos que presumen que en sus documentos básicos se contempla la participación igualitaria de las mujeres en cargos de dirección y de representación popular, pero en la práctica burlan la equidad.