Lunes 7 de septiembre de 2009, p. 6
Buenos Aires. El Dios de la cancha parece ser ahora un villano en el banco. El crédito de Diego Armando Maradona como seleccionador de Argentina parece agotado para gran parte de la afición, que teme que la albiceleste se quede fuera del Mundial de Sudáfrica. La magia del Pibe como capitán de la selección argentina dentro del campo no aparece en el banquillo, donde está perdiendo su aura de deidad. La derrota ante Brasil 3-1 dejó al conjunto albiceleste al borde del repechaje, e inclusive con un pie fuera de la cita, cuando resta por disputarse tres partidos.