Un cuerpo momificado de manera natural es un registro de los usos y costumbres de una época, y el impacto al observarlo de cerca lleva a reflexionar sobre la brevedad y fragilidad de la vida, expresó en entrevista Martín Achirica, la noche del pasado miércoles, luego de la inauguración de la muestra itinerante Las momias de Guanajuato.

En el Foro Scotiabank, en Polanco, lo primero que se experimenta es un cambio de atmósfera, de luz. La museografía recrea el ambiente que, se supone, es el de los que murieron.

El recorrido por la exposición semeja un laberinto, en el que se hallan 36 cuerpos momificados, provenientes de los museos de Guanajuato y Celaya, resguardados en vitrinas. Parecen de cera; algunas recuerdan obras como El grito, de Edvard Munch.

Una de las momias que llama la atención es El fetito.

En pantallas de televisión se explica cómo los cuerpos han sido explorados por medio de la tecnología más avanzada. Fueron sometidos a una necropsia y por eso ahora se sabe de qué murieron.

Mención aparte merece la reconstrucción computarizada del rostro en vida de algunas de esas momias.

Luego de comentar que le gustaría, algún día, ser parte de una muestra como la de las momias, Martín Achirica, organizador de la exposición, destacó que los cuerpos son tratados con todo respeto. Explicó: Raúl Chávez es el único mexicano autorizado para tocarlas. Lleva 17 años con ellas; las conoce a todas y les habla por su nombre.

Señaló que los recursos que se recaudan por la entrada a la exposición se utilizan “para dignificar los museos. Hay estados donde la muestra ha sido de ingreso gratuito. También la llevaremos a Estados Unidos, país en el que la itinerancia será de alrededor de tres años.

En esta muestra el mensaje no es de muerte, sino de vida. En la muerte todos somos iguales y aquí se siente de cerca.

El Foro Scotiabank se localiza en Moliére 328, colonia Polanco, casi esquina Ejército Nacional. La exposición estará abierta al público cuatro meses.