Pide al PRD ejercer su papel de izquierda responsable para la construcción de acuerdos
Han ahondado tremendamente las brechas de desigualdad, admite
La agenda económica será el gran tema de AN en la 61 Legislatura, afirma la coordinadora de la fracción blanquiazul
Lunes 7 de septiembre de 2009, p. 10
El deterioro del tejido social y el engrosamiento de la brecha entre ricos y pobres conducen a Josefina Vázquez Mota, coordinadora de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, a admitir que las prebendas y los privilegios abonan al crecimiento de la desigualdad, pero sobre todo aumentan el dolor entre los ciudadanos. Anticipa una agenda económica que, por ejemplo, pasará por revisar los regímenes tributarios especiales.
En entrevista con La Jornada, la ex secretaria de Educación Pública considera que ha llegado el tiempo de renunciar a los privilegios que acompañan al poder económico. No podemos seguir generando causantes de primera y de segunda, cuando la mayoría de los contribuyentes tienen que cumplir cabalmente su régimen tributario y no tienen derecho a ninguna concesión o dispensa.
La legisladora panista convoca al Partido de la Revolución Democrática (PRD) a ejercer su papel de izquierda responsable, con visión moderna y de futuro, con el objetivo de abrir espacios a la coincidencia y construcción de acuerdos.
La resolución de los grandes problemas nacionales, desde la perspectiva del PAN en San Lázaro, pasa por nuevas definiciones en materia de la reforma del Estado porque, advierte, no podemos seguir teniendo una clase política que goza de prebendas y privilegios mientras tenemos millones de mexicanos en condiciones de sobrevivencia y en un estado de pobreza generacional
.
También los derechos humanos, refiere Vázquez Mota, se colocan en la prioridad legislativa del PAN. Recuerda el paradigma que significa para los mexicanos el tema indígena. Creo que casos como el de Acteal dejan en claro la enorme impunidad, la terrible discrecionalidad y lo que nunca más debe volver a repetirse en un país como el nuestro.
–¿La coyuntura nacional de crisis plantea un urgente cambio en el modelo económico?
–La agenda económica será el gran tema. Ni es la mano invisible del mercado que, a todas luces, crea injusticia y deja de lado miles de voces y realidades, ni tampoco un gobierno que intenta sustituir la iniciativa de los ciudadanos, que termina siendo un obstáculo que empobrece.
Creemos en una agenda económica integral. Creemos que una discusión meramente tributaria no sólo no resolvería el problema de fondo, sino que estaría dejando de lado muchas consideraciones importantes. La gente sabe qué es lo mejor para ella y que nadie puede sustituir esa voluntad, esa dignidad y ese ejercicio de la libertad.
–¿Los sectores históricamente beneficiados por los regímenes especiales permitirán que éstos desaparezcan?
–No podemos seguir incentivando desde la ley a mexicanos de primera y de segunda. Nos parece que los regímenes especiales de carácter tributario y los no tributarios deben ser revisados, y tomar decisiones al respecto. A nadie le gusta renunciar a los privilegios, mucho menos si éstos permiten poder económico, político y de decisión en la agenda de la vida de México.
Recuerda que a lo largo de su ejercicio en el poder los políticos han venido discutiendo entre lo deseable y lo posible, y la conclusión hasta ahora es que no alcanza para llegar a lo posible.
La economía tiene un propósito: el progreso y el porvenir. Pero ese progreso será siempre insuficiente si se concentra en muy pocas manos, y lo que hemos tenido en México es que sin menoscabo del crecimiento económico, la concentración de la riqueza, las prebendas y los privilegios no han podido encontrar resoluciones mejores; entonces esto ha abonado tremendamente a las brechas de desigualdad, pero sobre todo a un sentimiento de dolor social que tenemos que resolver.
Retomar los principios panistas
–Con este discurso, ¿el PAN retoma banderas de la izquierda?
–Lo que estamos haciendo en el PAN es retomar y vivir cabalmente en esta agenda los principios de Acción Nacional. Probablemente en la historia del partido no hemos podido comunicar suficientemente bien, muchas de estas apuestas y nuestras convicciones. Manuel Gómez Morín fue uno de los fundadores de la UNAM, defensor de la autonomía universitaria. Y en la historia del PAN está la lucha a favor de la justicia, a favor de la democracia, ahí está la huelga de hambre de don Luis H. Álvarez, las historias de la democracia de Maquío (Manuel J. Clouthier).
Tenemos que crecer, crear empleos, tomar decisiones que se han venido aplazando, y aquí requerimos de esa izquierda responsable con visión moderna, con visión de futuro, y me parece que la circunstancia que hoy vivimos nos abre un espacio mayor de coincidencia y construcción de acuerdos.
–El descrédito de la política genera desconfianza creciente entre los ciudadanos. ¿Cómo convencerlos de que la pobreza se abatirá?
–Tenemos que estar cerca de los ciudadanos. Muchas veces las decisiones que provocan más popularidad tampoco son las mejores para resolver la pobreza del país. Requerimos estar cerca de la ciudadanía, hablar con la gente, pero sobre todo escucharla.
–Los poderes fácticos ¿permitirán cambios tan profundos en el país?
–Son tiempos de definiciones, no de miedo. Y no digo que no sea complejo, yo he vivido momentos de decisiones complejas, incluso lo voy a decir, a ratos solitaria, como suele ser la política en muchos de sus momentos. Pero no tengo duda de que mi principal fortaleza está dada en las voces de la gente.
Tomaremos decisiones responsables y, en cualquier caso, las decisiones que asumamos las explicaremos a los ciudadanos cabalmente. Hoy la agenda más importante para el PAN es la salvaguarda de las familias en mayor pobreza y mayor desventaja. O hacemos una tarea de justicia o creo que lo que sucederá en el país terminará por lastimarnos a todos, pero sobre todo estaremos perdiendo una oportunidad a la que estamos obligados.
–No obstante, la impunidad continúa extendiendo su brazo corruptor.
–Si violentar la ley no tiene consecuencias, entonces el mensaje es que hay que violentar la ley para mantener la impunidad, que es el mejor aliado para atropellar a muchos. La impunidad ha rondado permanentemente nuestro quehacer cotidiano, ha destruido el tejido social, nos ha hecho vernos muchas veces con menos vigor y con menos posibilidad.
Sería muy importante proponernos una impunidad cero. Entonces los ciudadanos volverán a creer suficientemente en la clase política, pero sobre todo volveremos a recuperar la confianza en nosotros mismos.