Hemos sabido hacer de los libros del Fondo de Cultura Económica (FCE) un servicio público, el eje de la educación, una tradición cultural, señaló Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública, al inaugurar el Congreso Internacional del Mundo del Libro con el cual esa editorial estatal celebra su 75 aniversario.

En una breve ceremonia realizada en la sede del FCE, el funcionario explicó que “nunca como ahora se ha tenido una conciencia tan clara del papel que juega el libro en nuestras vidas y del vínculo tan grande que existe entre lectura, cultura, educación y desarrollo.

Los libros y la lectura nos permiten acercarnos y entender el mundo, pero también hacer nuestros los valores supremos de libertad, de diálogo, de convivencia pluralista, porque los libros nos muestran la infinita diversidad de lo humano.

También señaló que el FCE trabaja ya en la digitalización de sus libros, en la actualización del equipo que se requiere para que sean leídos en los nuevos formatos electrónicos, que están por abrirse cinco nuevas librerías, entre ellas una en la capital estadunidense, Washington, y otra en Buenos Aires, Argentina. Cada recinto será, dijo Lujambio, una apuesta por la pluralidad.

El congreso, que dio inicio con la conferencia magistral de Robert Darnton, director de la red de bibliotecas de la Universidad Harvard, propondrá durante cuatro días una reflexión en torno al futuro del FCE en un medio tan competido y ante el auge de los medio digitales, señaló Joaquín Diez-Canedo, director de la editorial.

Explicó que la instancia a su cargo ha crecido y se mantendrá fiel a sus orígenes, promoviendo la máxima utilidad social de los recursos que recibe. Aun cuando el país atraviesa una época difícil, tenemos el ánimo optimista.

Informó también que al finalizar 2009 serán 115 millones de ejemplares los que habrá impreso el FCE en 75 años, reunidos en 9 mil títulos, 4 mil de los cuales están en circulación mediante más de cien colecciones.

La emoción de tocar el original

En su ponencia, Darnton narró los problemas que han surgido en torno al proyecto de Google de digitalizar todos los libros que se encuentran tanto en circulación como en las bibliotecas para ofrecerlos en su portal.

No importa cuán avanzada esté la tecnología, no puedo imaginar que una imagen digital de un viejo libro provoque una emoción comparable a la que produce el contacto con el original, señaló el especialista.

Habló de promover un intercambio electrónico de documentos e integrar los catálogos en las bibliotecas públicas de diversos países, no obstante que “los experimentos han fallado, pero hay que volver a intentar forjar una biblioteca digital internacional.

“Google ha demostrado que es factible, pero también hay que estar alertas ante el peligro de favorecer utilidades privadas a costa del bien público. Ahora es el momento de actuar, necesitamos la acción decidida del Estado.

Digitalizar y democratizar no es una fórmula fácil, pero es la única que va a funcionar si realmente queremos realizar el ideal de una república de las letras y no considerar esto únicamente una utopía sin esperanza, concluyó.

El congreso prosigue este martes a las 9:30 horas, con especialistas que abordarán las políticas públicas en torno al libro y la lectura, en la Unidad de Seminarios Jesús Silva Herzog del FCE (carretera Picacho-Ajusco 227, Bosques del Pedregal).