Impulso a la industria militar brasileña, que venderá a París aviones de transporte
Se incluye la adquisición de submarinos, helicópteros, cazabombarderos y tecnología
Tendrá el país sudamericano la mayor flota naval de América Latina, dice el diario O Estado
Martes 8 de septiembre de 2009, p. 28
Brasilia, 7 de septiembre. Brasil y Francia firmaron este lunes un acuerdo de cooperación que relanzará la industria militar brasileña con la venta al gobierno francés de diez aeronaves de carga y transporte de tropas, así como la compra y transferencia de tecnología para la fabricación de cazabombarderos Rafale, que estarán disponibles para su venta a las fuerzas aéreas de América Latina.
El multimillonario pacto incluye la adquisición de 50 helicópteros y cinco submarinos franceses, además de la formación de una empresa franco-brasileña que se ocupará de la construcción de la primera nave subacuática brasileña de propulsión atómica.
La firma del acuerdo ocurrió durante una visita del presidente francés Nicolas Sarkozy a Brasilia, adonde asistió como invitado de honor a la ceremonia del 187 aniversario de la independencia de Brasil.
La prensa local destacó hoy que el acuerdo militar y comercial entre los dos países dotará al país sudamericano de la mayor flota naval de América Latina y, según el diario conservador O Estado, esa situación es resultado de la política seguida por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva de convertir a Francia en el aliado preferido del mundo desarrollado
.
Boeing y Saab quedan fuera
Con el acuerdo de este lunes, Brasil dejó fuera de la competencia por el contrato de aviones de guerra a la estadunidense Boeing y a la sueca Saab. El valor estimado de las 36 naves es de entre seis mil y siete mil millones de dólares, explicó una fuente cercana a Sarkozy.
Este acuerdo franco-brasileño confirma una tendencia seguida por los gobiernos sudamericanos desde principios del siglo XX, acentuada en el periodo de las dictaduras militares, en los años 60 y 70, cuando las juntas castrenses buscaron proveedores alternos de equipos militares en Europa para cubrir el vacío dejado por Estados Unidos, explicaron analistas de temas de defensa como el chileno Guillermo Patillo.
Los embargos de armas decretados por las administraciones de los presidentes Jimmy Carter (contra Argentina, en los años 70) y George W. Bush (contra Venezuela, en la presente década) orilló a los gobiernos sudamericanos a acercarse a Francia y a Rusia.
Argentina se hizo entonces de aviones Super-Etendard, equipados con misiles Exocet, con los que hundió un destructor británico durante la guerra de las Malvinas en 1982, mientras Venezuela firmó contratos por cuatro mil 400 millones de dólares entre 2005 y 2007 para recibir 24 cazabombarderos Sukhoi, tipo de nave que fue comprada por primera vez por el gobierno peruano del general Juan Velasco (1968-1975).
Según la declaración firmada por los presidentes Sarkozy y Lula este lunes, Brasil prefirió negociar la venta final de las 36 naves de combate porque existe el compromiso francés de transferir tecnología.
Tomando en cuenta la amplitud de las transferencias de tecnología propuestas y de las garantías ofrecidas por Francia, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva anunció la decisión de la parte brasileña de entrar en negociaciones con GIE Rafale para la adquisición de 36 aeronaves
, señala el comunicado conjunto.
“La adquisición de los Rafale no será una mera compra, porque se construirán en Brasil y existirá la posibilidad de que estos aviones sean vendidos en América Latina”, informó el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
Aunque el funcionario explicó que los Rafale fabricados por la corporación francesa Dassault, especializada en industria castrense, tendrán un precio competitivo
y facilidades de financiamiento, analistas consultados por la agencia británica Reuters afirmaron que el precio conocido de esas naves de guerra, de unos 78 millones de dólares, la convierten en una alternativa demasiado cara
.
Los ejecutivos de Dassault defienden la venta de los Rafale con el argumento de que sus naves son ágiles en combate y tienen bajos costos operacionales. Tras el anuncio de Brasil y Francia la cotización de las acciones de Dassault aumentaron uno por ciento en los mercados de valores, pero además renovaron las expectativas sobre la venta a India de 126 aviones, puesto que el Rafale es uno de los cazabombarderos que están en la mira de las fuerzas armadas de Nueva Delhi.
Estos modelos comenzaron a producirse en Francia después de que en la década de los 80 decidió separarse del proyecto Eurofighter patrocinado también por Gran Bretaña, Alemania, Italia y España.
El otro punto del acuerdo de cooperación franco-brasileño que impulsará la industria militar de Brasil es la declaración de Francia sobre su intención de comprar diez aviones brasileños de transporte militar KC-390, que la empresa aeronáutica brasileña Embraer proyecta fabricar y tener listos a mediados de la próxima década.
El avión brasileño fue diseñado como posible sustituto del estadunidense Hércules C-130. El KC-390 tendrá capacidad para llevar unos 80 soldados y equipamiento, lo que lo ubica en la misma categoría que la nave fabricada por Lockheed.
Los 50 helicópteros franceses Super-Cougar EC-725, que Brasil adquirirá a un costo de dos mil millones de dólares y destinará principalmente a la vigilancia de sus costas, serán ensamblados en el estado de Minas Gerais, en el sureste del país, bajo la supervisión de la empresa binacional Helibras, filial de la corporación europea EADS, especializada en aeronáutica militar.
En cuanto a los submarinos, el pacto bilateral precisó que cuatro de los cinco submarinos sean fabricados en Brasil a un costo de diez mil millones de dólares. La quinta nave será producida en su totalidad en Francia.