San Cristóbal de las Casas, Chis., 7 de septiembre. Mientras las obras de la ambiciosa carretera San Cristóbal-Palenque están ya a las puertas de Mitzitón, los ejidatarios del lugar, adherentes de la otra campaña, denunciaron que esta mañana “un grupo de no cooperantes, delincuentes y paramilitares, entre ellos Luis Rey Pérez Heredia y Javier Jiménez Heredia, derribaron con hachas los letreros donde damos a conocer nuestro rechazo a la autopista, en donde comienza el kilómetro cero, en el barrio de Mirabel.

En dicho barrio viven los no cooperantes más hostiles dentro del ejido; sus dirigentes y los pastores de la iglesia Alas de Águila radican en el vecino municipio de Teopisca.

Los agresores, añade la comunicación, eran acompañados por otras 30 personas que participaron en la agresión el 21 de julio, a bordo de tres camionetas blancas y un camión de tres toneladas sin placas y con vidrios polarizados. Estas personas vigilaban el lugar.

Después de derribar los letreros, los rociaron con gasolina y les prendieron fuego, pero no lograron quemarlos. Además, tiraron los postes de concreto.

Los indígenas sostienen: Nuestro pueblo en varios momentos ha denunciado las agresiones y provocaciones que vienen realizando los no cooperantes. Ya hemos denunciado que tienen armas de fuego y las disparan por las noches sin que el mal gobierno intervenga. ¿Qué está esperando? ¿Que las amenazas y provocaciones se cumplan? ¿Que caigamos en la provocación? Las agresiones se han intensificado y nuestro acuerdo como pueblo tomado ayer es no caer en la provocación, pero tampoco permitiremos más falta de respeto a nuestra asamblea y que lastimen a otro compañero.

Hacen un llamado al gobierno para que intervenga de manera responsable y lo cuestionan: ¿Va a seguir llamando a diálogo? ¿Hasta cuándo se dará cuenta del verdadero problema? El mal gobierno será responsable de lo que llegue a suceder.

Las apresuradas obras de ampliación de la carretera San Cristóbal-Comitán, que darían acceso a la nueva autopista, han alcanzado ya los límites mismos de Mitzitón, a corta distancia del kilómetro cero. Es evidente que las obras pretenden extenderse al ejido, contradiciendo las versiones gubernamentales de que no será así.

A pesar de que el secretario de Gobierno, Noé Castañón León, había negado varias veces que la carretera cruzará Mitzitón, el 18 de agosto llegaron al ejido funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a querer engañarnos y hacernos firmar un acta de asamblea para dar permiso de pasar por nuestro territorio para construir la carretera. Los indígenas les solicitaron que se retiraran. El gobierno sabe que no damos consentimiento para afectar nuestro territorio, y miente cuando dice que el proyecto de la carretera no existe todavía y que no va a pasar por aquí, dijeron entonces.

El 8 de agosto, en un comunicado de prensa que proclamaba nuevamente su respeto a las juntas de buen gobierno zapatistas, el gobernador Juan Sabines Guerrero había declarado: El proyecto carretero San Cristóbal-Palenque obedece a la inviabilidad de la actual carretera, y no a obscuros proyectos de inversión turística. No existe la intención de afectar pueblos ni parajes. No existe ni siquiera el trazo definitivo. Y no se contempla su paso por Mitzitón. La problemática de Mitzitón tiene elementos de complejidad diversa y frente a él se buscan ya mecanismos de acuerdo y solución.

Esto no lo ven claro los ejidatarios. Acosados por los no cooperantes, seguidores del Ejército de Dios, se consideran engañados por el gobierno. Y las máquinas de los contratistas ya llegaron a Mitzitón.