Boston, 9 de septiembre. Salarios exagerados, favoritos claros, el regreso de un héroe y una entrada y una salida de la cárcel: la NFL acapara titulares antes de que este jueves se inicie la temporada con el duelo entre el campeón Acereros de Pittsburgh y Titanes de Tennessee.

Los mariscales son ya las estrellas, y entre ellos podría destacar Mark Sánchez, de ascendencia mexicana, que disputará la titularidad con Jets de Nueva York.

A pesar de la crisis económica, Gigantes ha desenrollado la alfombra roja para su cerebro Eli Manning al prolongarle su contrato seis años más, con lo que hasta 2016 ganará casi 107 millones de dólares.

Sólo un poco menos recibirá Philip Rivers en Cargadores de San Diego, quien prolongó su acuerdo de seis años por 92 mdd.

En Patriotas no se trata de dinero, sino de la rodilla de Tom Brady. La superestrella de 32 años regresa tras una rotura de ligamentos, lo que convierte a Nueva Inglaterra automáticamente en favorito al título.

Brett Favre también avizora la que será su temporada 19 en NFL. El quarterback se desdijo de sus intenciones de retirarse y aterrizó con Vikingos de Minnesota. Coincidirá en la misma división con su antiguo equipo Empacadores de Green Bay, cuyo ataque encabezó durante 16 años.

De brazos cruzados ha estado Michael Vick. Durante 18 meses y hasta el 20 de julio estuvo en prisión por organizar peleas de perros. Ahora tratará de empezar de cero con las Águilas de Filadelfia. Podrá volver a jugar a partir del 27 de septiembre.

En contraparte, Plaxico Burress tomó el camino inverso. El receptor, que aseguró el título de Gigantes en el Superbowl 2008 contra Nueva Inglaterra, está en prisión desde el 22 de septiembre del año pasado por posesión ilegal de armas.