Chihuahua, Chih., 9 de septiembre. Aproximadamente 300 ejidatarios y pobladores de Benito Juárez, municipio de Galeana, en el noroeste del estado, se enfrentaron a golpes con medio centenar de agentes de la Policía Federal (PF) que apoyaban a personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que cortó el servicio de energía eléctrica en los pozos agrícolas de la región.

A las 13 horas, camionetas de la PF y de la CFE provenientes de Villa Ahumada ingresaron al ejido Benito Juárez y las cuadrillas cortaron el suministro de electricidad en uno de los pozos, que se encuentra frente a la entrada del poblado, y quitaron el tendido eléctrico.

Martín Solís, dirigente de El Barzón en la región, informó que por lo menos 300 ejidatarios y habitantes del poblado que acudieron a impedir los cortes se enfrentaron a golpes con los policías y empleados de la CFE, quienes huyeron y dejaron abandonadas dos camionetas de la paraestatal cerca de uno de los pozos.

El enfrentamiento no pasó a mayores, pero tenemos información de que en Villa Ahumada, a 60 kilómetros de aquí, se están concentrando más elementos de la PF, que vienen a continuar los cortes en los pozos agrícolas cuyos propietarios están en moratoria de pagos, indicó.

Dijo que esta misma tarde los ejidatarios de Benito Juárez entregaron al delegado municipal los dos vehículos que quedaron abandonados para evitar que les finquen cargos por robo y daños de bienes federales, como lo han hecho antes para encarcelar a productores en rebeldía contra las altas tarifas de electricidad para el campo.

En esta ocasión sólo realizaron el corte en un pozo agrícola que se encuentra en moratoria de pagos por un monto de 420 mil pesos desde 2001, y cuenta con un amparo federal para evitar la suspensión del servicio, informó el dirigente.

Señalan doble rasero

Criticó que, como siempre la CFE ordene el corte de energía a los campesinos y productores que tienen adeudos menores, cuando los grandes grupos agroindustriales tienen deudas millonarias con la paraestatal, pero a ellos nunca se les molesta ni se les reprime, como se pretende hacer con la gente del ejido Benito Juárez y de los municipios del noroeste de Chihuahua.