Me sorprendería mucho que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, no plantee durante su visita a México la importancia que tiene para la comunidad internacional que las fuerzas armadas de este país participen en Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP), sostuvo Walter Dorn, especialista canadiense en el tema, quien agregó que, desde su punto de vista, no existe impedimento constitucional para que elementos del Ejército y la Armada colaboren en el extranjero bajo las órdenes de Naciones Unidas.

El especialista habló en el seminario internacional La seguridad internacional en el siglo XXI: retos y oportunidades para México, que por primera vez organiza la UNAM con el Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav), en donde dijo que si México se uniera a estos operativos, ello llevaría nueva energía a este tipo de acciones multinacionales, porque con el paso del tiempo éstas se han desgastado. Se requiere de nueva sangre, expresó.

Desde su punto de vista, la Constitución mexicana establece la prohibición para intervenir en asuntos de otros países, pero no hace mención alguna a los principios de preservación de paz en el extranjero, por lo que el marco legal no impide que los soldados y marinos tomen parte en esas acciones.

En su intervención ante un público conformado por militares y marinos que cursan la maestría en seguridad nacional, académicos y estudiantes universitarios, representantes de los medios de comunicación e invitados extranjeros, Dorn hizo un recuento de las OMP y de la evolución que han tenido en los últimos años.

Destacó que México contribuye, en el marco de la ONU, con recursos económicos, pero también con especialistas en el tema electoral, y lo hizo en su momento enviando policías a El Salvador; pero que debería ampliarse su apoyo con la participación de las fuerzas armadas.

Actualmente, la ONU lleva a cabo 17 OPM en el mundo y desplaza más fuerzas (un total de 150 mil) en el mundo que el propio Estados Unidos, lo cual habla de la importancia creciente de esta labor, que consiste en desplegar personal militar y civil a zonas en conflicto para proporcionar ayuda humanitaria, impulsar la desmovilización y desarme de grupos contrarios, entre otros.