De ser aprobada como está, la propuesta fiscal generará un momento difícil hacia el cierre del año y el comienzo del próximo, consideraron analistas del grupo financiero Invex, quienes anticiparon que no será sorpresivo que en un año se vuelva al debate sobre qué hacer con ingresos que serán insuficientes en 2011.

En el caso de México, la aprobación de las medidas propuestas deberá representar un momento difícil al principio del año siguiente, por la burbuja de inflación y el desajuste que puede generar en algunas variables.

Al comentar el proyecto de presupuesto para 2010, enviado por el Ejecutivo al Congreso, los expertos indicaron: No vemos medidas que intenten crear un cambio de fondo en la estructura impositiva.

Explicaron que la propuesta no modifica los incentivos para que estados y municipios recauden impuestos. La orientación impositiva sigue determinándose bajo una filosofía de que paguen más quienes ya pagan, en lugar de que paguemos todos. No se detecta la capacidad de las autoridades de impulsar el crecimiento con esos cambios, aseguraron.

Aumentos de impuestos a la misma base cautiva, incremento al IVA disfrazado de ayuda a la pobreza, renovación de alzas a bienes y servicios públicos y recortes al gasto en rubros de mucha marquesina pero de poco peso sobre el gasto corriente es lo que han puesto sobre la mesa, destacaron.

Rodolfo Campuzano Meza, especialista de grupo financiero Invex, subrayó que con esas simples medidas, absurdamente ortodoxas, no será sorprendente que en un año volvamos al recurrente debate sobre qué hacer con ingresos que serán insuficientes en 2011.

La falta de petróleo ha generado una dinámica distinta que requiere muchas decisiones profundas a corto plazo. De caer en la displicencia, en un año volveremos a ver la misma escena con el mismo nombre, advirtió.

Por su parte, analistas del grupo financiero Ixe consideraron poco probable que se autoricen todos los cambios planteados en la parte tributaria y las alternativas de endeudamiento. Los aumentos a tarifas públicas serán la mayor aportación para cubrir el hueco fiscal.

Sin embargo, añadieron, se manda un mensaje claro para retornar al equilibrio conteniendo el gasto y enfocándose en la viabilidad fiscal de largo plazo.