Querétaro, Qro., 14 de septiembre. El juzgado cuarto de distrito de esta capital, presidido por Rodolfo Pedraza Longi, fue sede de 22 careos entre elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y pobladores de Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco, como parte del proceso judicial contra Jacinta Francisco Marcial, acusada de secuestrar a varios agentes federales.

En las diligencias no estuvo la indígena ñañú, sentenciada ya a 21 años de cárcel, pues sólo correspondía asistir a cuatro efectivos, quienes en su momento la acusaron de haberlos plagiado, y a ocho habitantes de Santiago Mexquititlán.

Los careos incluyeron diversas versiones sobre lo ocurrido en el tianguis de la comunidad en agosto de 2006, cuando los agentes arribaron como parte de un operativo para decomisar artículos piratas. Ante la molestia de los lugareños por los destrozos que hicieron ofrecieron pagar 70 mil pesos, pero no cumplieron.

Los policías federales Juan Francisco Melo Sánchez, Luis Eduardo Andrade Macías, Jorge Evaristo Pineda Gutiérrez y Antonio Guadalupe Romero Rojas reiteraron, como hace tres años, que fueron raptados, y culparon a Jacinta Francisco, quien permanece encarcelada desde 2006 en el Centro de Readaptación Social Femenil de San José El Alto.

El abogado de Jacinta Francisco, Andrés Díaz, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, explicó que los agentes que no se presentaron a los careos son Antonio Bautista y Jorge Ernesto Cervantes. El primero falleció y el segundo se dio de baja de la corporación, por lo que no ha podido ser localizado para que se presente a declarar.

Este lunes se iniciaron los careos, que en total serían 69, para que el juez Pedraza Longi determine la inocencia o culpabilidad de Jacinta Francisco. No obstante, el juzgador resolvió cerrar la instrucción del proceso y no efectuar los careos restantes por considerar que no requiere más pruebas.

A partir de que la Procuraduría General de la República se desistió de reiterar sus acusaciones, el pasado 3 de septiembre, se espera que la acusada recupere su libertad en no más de 40 días.