El valor económico generado por los principales proyectos de explotación petrolera en los últimos 10 años es de unos 4 billones de pesos, de los cuales, 75 por ciento fue aportado por Cantarell, principal yacimiento del país en los últimos 30 años y actualmente en declive, y el restante 25 por ciento entre los demás proyectos petroleros, revelan informes de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El monto generado por estos proyectos es superior en 26 por ciento a la propuesta de presupuesto de 2010 entregada por el Ejecutivo federal, y que asciende a 3 billones 172 mil millones de pesos, el más alto en la historia de México. Pese a esta importante aportación de recursos el gobierno federal pretende impulsar nuevos impuestos a la producción de Pemex, el mayor contribuyente fiscal del país.

Ku Maloob Zaap aportó en la última década una décima parte del valor generado por Cantarell, mientras los otros proyectos entre los que destacan Caan, Complejo Antonio J. Bermúdez, Jujo-Tecominoacán, Burgos, Veracruz y Crudo Ligero Marino, han aportado el 15 por ciento restante.

Más extracción de riqueza

Para maximizar la renta petrolera el gobierno federal propone la creación y adecuación de tres impuestos. El primero considera un derecho anual de 15 por ciento por la extracción de petróleo crudo y gas natural de los campos en el Paleocanal de Chicontepec y de los campos en aguas profundas, a cargo de Pemex Exploración y Producción, que se calcula aplicando una tasa porcentual fija de 15 por ciento, sobre el valor anual del petróleo crudo y gas natural extraídos en el año de los citados campos.

También se propone un derecho especial sobre hidrocarburos, en el que se establecen tasas impositivas bajas que se incrementan gradualmente con el nivel de producción acumulada de cada campo, permitiendo la implementación de un sistema robusto a cambios en los precios de los hidrocarburos, los costos de producción y los tamaños de yacimientos descubiertos.

Además, el Ejecutivo federal propone un derecho especial adicional sobre hidrocarburos. Con el objetivo de aumentar la renta petrolera que se genera ante aumentos en los precios se aplicará cuando se encuentren por encima de 60 dólares por barril. Éste se aplicaría mediante un derecho que se calcularía con una tasa de 52 por ciento sobre el producto, el volumen de barriles de crudo extraídos y la diferencia entre el precio observado por barril y 60 dólares.