Mientras el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que de aprobarse el impuesto de 2 por ciento a bienes y servicios, el costo de los alimentos se elevará de seis a 10 por ciento o más, el Partido del Trabajo estimó que la pérdida recaudatoria podría ascender a 130 mil millones de pesos en 2010. Los motivos: la consolidación fiscal, la depreciación acelerada de activos y terrenos, y los esquemas para eludir el pago de impuestos, como campañas de redondeo y donativos.

Del esquema tributario propuesto por el gobierno de Felipe Calderón, la Arquidiócesis de Guadalajara destacó: otra vez los contribuyentes cautivos llevarán la mayor parte de la carga. En su página electrónica el Centro Católico Multimedial, dependiente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, esa arquidiócesis consigna que la eventual alza del impuesto sobre la renta, de 28 a 30 por ciento, daña de muerte a muchas empresas y a sus trabajadores. Puntualizó que se suma a lo expresado por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, cuyo presidente, Mario Sánchez, advirtió que mientras más se eleven los gravámenes a las empresas, menos posibilidades habrá de atraer inversiones y crear empleos.

El vicepresidente de comercio interior del CNA, Vicente García Vázquez, coincidió en que el 2 por ciento de impuesto a medicinas y alimentos no debe aplicarse porque generará un costo más alto en la producción que se reflejará en los precios.

En entrevista tras la inauguración del Foro Global Agroalimentario, adelantó que el CNA acudirá a la Cámara de Diputados para buscar evitar la aprobación del referido impuesto, por sus negativos efectos la cadena agroalimentaria. La clave está en establecer una regulación inteligente a las importaciones, tener una buena planeación en la producción agropecuaria y evitar mayores impactos al bolsillo de los consumidores, dijo.

El líder de la Unión Nacional de Avicultores, Jaime Crivelli, coincidió en que el gobierno debe normar las importaciones y crear una estrategia de apoyo al sector agropecuario.

De los regímenes especiales, el PT propuso su desaparición, al igual que del impuesto empresarial de tasa única, y gravar las operaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.

En su propuesta subraya que la estimación de la Secretaría de Hacienda, de una pérdida de 85 mil millones de pesos por la existencia del Régimen de Consolidación Fiscal y la Depreciación Acelerada de Activos y de Terrenos, podría ser superior.