La celebración del 70 aniversario del PAN fue escenario para que el presidente Felipe Calderón llamara al partido a cambiar para preservarse en el poder. Si Acción Nacional quiere otros 70 años tiene que ser el partido del futuro y abrirse a la ciudadanía, particularmente a los jóvenes, subrayó.

Ante medio millar de panistas congregados en el ex convento de San Hipólito, el Presidente pidió hacer cambios profundos en el blanquiazul para poder alcanzar las transformaciones que requiere el país. Retomó las ideas centrales de su discurso con motivo del tercer Informe de Gobierno y arengó a sus correligionarios a avanzar en esta metamorfosis interna.

También se refirió a la difícil situación que atraviesa México. No obstante, consideró que para cualquier funcionario de gobierno es un honor servir al país en horas de dificultad.

Fue una celebración en tiempos de crisis. Crisis económica, de seguridad y del panismo, cuya evidencia más reciente fueron los resultados electorales que propiciaron la caída de Germán Martínez de la dirigencia nacional, cifras que han servido al PRI para vaticinar la salida del blanquiazul del poder. El desplome electoral y la problemática interna del partido motivaron que el discurso del dirigente nacional, César Nava, se orientará entre la descalificación de la era priísta y la convocatoria a la unidad.

Paradójicamente, no acudieron al festejo Vicente Fox, el primer presidente panista de la historia; el primer gobernador blanquiazul, Ernesto Ruffo; los dos antecesores de Nava en el cargo: Manuel Espino y Germán Martínez, ni el ex candidato presidencial Diego Fernández de Cevallos.

De los gobernadores de Acción Nacional sólo asistió el de Morelos, Marco Antonio Adame. Junto a él estaba buena parte del gabinete presidencial, entre ellos los recientemente incorporados al partido, como Alonso Lujambio (secre- tario de Educación Pública), Javier Lozano (secretario del Trabajo) y ex priístas como Miguel Ángel Yunes, director del ISSSTE.

En este contexto habló Luis H. Álvarez, ex dirigente nacional del blanquiazul, quien hizo un recuento de la historia panista para concluir que su partido está obligado a ser la conciencia política del país. Sostuvo que es necesario trabajar para encontrar coincidencias.

Nava arremete contra el PRI

A su vez, Nava arremetió contra el régimen priísta, al que definió como autoritario y corrupto, que prostituyó el ejercicio del poder. Se refirió a las condiciones miserables de la sociedad y a la falta de democracia que fueron el contexto –dijo– de donde surgió Acción Nacional.

Tras el largo recuento de la historia panista, aludió al ex dirigente Carlos Castillo Peraza, quien en su momento reivindicó la victoria cultural del PAN. Dijo que Acción Nacional no debe dormirse en los laureles de esa victoria cultural, y luego llamó cerrar filas ante la convocatoria presidencial para impulsar el cambio necesario.

Durante la ceremonia se entregaron reconocimientos a 30 panistas que cumplieron más de 50 años de militancia, como Juan Manuel Gómez Morín; Luis H. Álvarez y su esposa, Blanca Magrasi; Astolfo Vicencio Tovar y Alberto Ling Altamirano.

Posteriormente, en su discurso de más de 40 minutos, Calderón aludió a los ideólogos del partido y a la filosofía humanista que ha regido al PAN y ahora –aseguró– a su gobierno. En esta lógica definió que las principales políticas de su administración se guían por los valores de la solidaridad, la subsidiaridad, el bien común y la dignidad humana.

Se pretende –añadió el Ejecutivo– que la persona no se convierta en objeto de política pública, sino en sujeto vivo de su propio bienestar. sostuvo que sus principales programas, como Oportunidades –una continuación del salinista Solidaridad–, el Seguro Popular, el Seguro para una Nueva Generación y Estancias Infantiles, entre otros, están impregnados de humanismo y de las ideas y principios del PAN.

Sin embargo, resaltó que es necesario que el blanquiazul retome al ciudadano como eje de sus acciones, y en especial llamó a que se abra el partido a los jóvenes. Dijo que hace 12 años, cuando dirigió a este instituto político, el promedio de edad de los panistas era de 36 años, y en la actualidad se acerca a los 50.

Este es uno de los principales pendientes del partido: presentarse a la ciudadanía como fuerza aglutinadora de la sociedad y como opción de futuro. Parafraseando a los fundadores del partido, Calderón dijo que el PAN no quiere reclutar clientes ni formar rebaños, sino convencer a hombres libres y responsables... para una reforma colectiva que pase por la reforma personal.