Sábado 19 de septiembre de 2009, p. 18
Masojá Shucjá, Tila, Chis., 18 de septiembre. Familiares de 122 indígenas muertos o desaparecidos a manos del grupo paramilitar Paz y Justicia, denunciaron que a más de una decenio de los crímenes el estado no ha hecho nada contra sus agresores, y en la zona norte de Chiapas aún hay miedo a hablar y transitar, pues persiste el temor de sufrir emboscadas y desapariciones.
La justicia sigue pendiente y no hay guerra pero tampoco paz
, dijeron los choles en una reunión en memoria de sus familiares; y recordaron que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos admitió en octubre de 2007 su queja por ocho casos representativos de 37 desapariciones y 85 ejecuciones cometidas por Paz y Justicia, grupo al que también se imputa la matanza de Acteal.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, representante de los familiares de las víctimas, afirma que la acción del grupo paramilitar en la zona norte del estado respondió a la guerra de baja intensidad
del Ejército contra la insurgencia zapatista, señalamiento avalado por los pobladores de la zona.