La desocupación en los parques industriales se triplicó en lo que va de 2009 y las empresas que aún alquilan algún espacio han tenido que pedir facilidades de pago, cambios en el contrato o de plano solicitar lugares más pequeños para bajar costos, aseguró Claudia Ávila Connelly, directora general de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).

Hasta el año pasado, dijo, el nivel normal de desocupación en los parques industriales era de 5 por ciento en promedio, pero ya subió hasta 15 por ciento y hay estados, como Baja California, donde el nivel es todavía mayor debido al desplome de la industria manufacturera, en particular la automotriz.

El gran problema que tenemos es un nivel de desocupación alto, en términos generales, aunque obviamente hay diferencias regionales. Cuando se vence el contrato, los inquilinos o clientes ya no lo renuevan y si lo hacen, ninguno firma en las mismas condiciones: piden un espacio menor, periodos de gracia para pagar y contratos en pesos, no en dólares porque en esa divisa tenemos el pasivo ya que los parques se construyeron con fondos extranjeros, detalló en entrevista con este diario.

Disminuyen 50% los ingresos

Refirió que el año pasado, la AMPIP sólo obtuvo 50 por ciento de los 2 mil millones de dólares que esperaba captar en arrendamientos. Para 2009 hizo un pronóstico de mil millones de dólares, pero dadas las circunstancias, advirtió, vamos a ver cómo cerramos el año, cuánto se cumple, dijo y consideró que los primeros signos de recuperación para el sector llegarán por lo menos seis meses después de que comience a mejorar la economía nacional.

La causa de la desocupación en los parques no sólo es la crisis económica sino también la inseguridad pública, principalmente en las entidades de la frontera norte, aseveró la directora de AMPIP, organismo conformado por 56 socios corporativos o empresas que en conjunto tienen 207 parques industriales en 20 estados, lo que equivale a 80 por ciento del total que existe en el país.

Los parques generan alrededor de 500 mil empleos directos, con el triple de indirectos, y son utilizados por las industrias más importantes del país: automotriz, metal-mecánica, farmacéutica y de equipo médico, eléctrica, electrónica e incluso la naciente industria aeroespacial, las cuales requieren personal más capacitado. En cambio prácticamente ya no son utilizados por las industrias intensivas en mano de obra, que no requieren mucha preparación, como los sectores textil y del calzado, dijo Ávila Connelly.

Aunado al aumento de la desocupación, advirtió que tampoco se han puesto en marcha nuevos proyectos porque bajó la inversión para la adquisición de tierra, desarrollo de infraestructura y construcción de naves.

Y es que, precisó, 52 por ciento del financiamiento de los parques industriales proviene de la inversión extranjera directa (IED) y 10 por ciento de los capitales extranjeros que se destinan a la manufactura se canalizan a los parques industriales.

Pero por la crisis el financiamiento se ha encarecido y AMPIP busca que Bancomext los apoye con el otorgamiento de garantías para conseguir créditos con la banca privada aunque se enfrentan a periodos de financiamiento más cortos dado que ningún fondo de inversión es por más de dos años por la incertidumbre en el mercado.

El sector requiere seguir expandiéndose ya que según Ávila Connelly todavía se registran nuevos clientes, pero el problema es que se requieren naves listas para ocuparlas, pero no hay tiempo para esperar a construirlas.

Explicó que dentro del impacto negativo que ha dejado la crisis, los parques industriales se han visto beneficiados con la devaluación del peso frente al dólar ya que el arrendamiento resulta más atractivo para empresarios de Estados Unidos y muchas empresas que han cerrado allá, se reinstalan en México.

Otro fenómeno registrado en el sector es que en la región centro del país proliferan los centros de distribución de las empresas nacionales, que requieren de espacios y una logística diferente a las naves industriales.