La Secretaría de Educación Pública (SEP) y los 31 estados firmaron un convenio de adhesión al establecimiento del sistema nacional de bachillerato, luego de que gobernadores apremiaron a la dependencia a desarrollar esquemas de permanencia, ya que es el nivel con mayor reprobación y deserción. Además, sólo la mitad de quienes lo terminan ingresan a estudios profesionales. El Distrito Federal fue la única entidad que no se sumó al acuerdo.

Al calificar el convenio de punto de inflexión y de quiebre en la historia de la educación media superior, el titular de la SEP, Alonso Lujambio, expresó que se trata de un diálogo que pone por encima de cualquier ideología o color político el compromiso con la enseñanza.

La ceremonia de firma, realizada en el castillo de Chapultepec, contó con la asistencia de ocho gobernadores, entre ellos Leonel Godoy, de Michoacán; Narciso Agúndez Montaño, de Baja California Sur; Mario Marín, de Puebla, y Miguel Ángel Osorio, de Hidalgo, así como las mandatarias de Zacatecas, Amalia García, y de Yucatán, Ivonne Ortega, y los secretarios de Educación de 20 entidades.

Ahí, el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely, sostuvo que tres acontecimientos han marcado el pasado y el futuro de la educación media: la ley orgánica expedida por Benito Juárez, por la que se fundó la Escuela Nacional Preparatoria y se iniciaron los cursos en 1868; la realización del congreso nacional de escuelas preparatorias, convocado por Vicente Lombardo Toledano en 1922, y la Reforma de Educación Media Superior, cuya generalización comenzó este ciclo escolar.

Señaló que al inicio de esta administración el nivel de deserción era de 40 por ciento, la eficiencia terminal de menos de 60 por ciento y una elevada reprobación. Hoy día, abundó, 4.1 millones de jóvenes son atendidos, con lo que se tiene una cobertura de 63 por ciento, y la meta para 2012 es llegar a 68 por ciento.

En su turno, la gobernadora Ortega apremió a la SEP a homologar los planes de estudios, a desarrollar esquemas de permanencia, en un nivel con los mayores índices de reprobación y deserción, en el que se debe cambiar la triste realidad de que sólo 50 por ciento de quienes terminan la preparatoria continúan al nivel superior.

Insistió en que se debe fortalecer un sistema con talentos y capacidades que sí sirvan al mercado laboral. No es posible retrasar la transformación de un nivel educativo en el que sus egresados tardan ocho meses en encontrar su primer trabajo y se sufre una de las tasas más altas de desempleo, agregó.

Lujambio apuntó que se han creado más de 600 unidades de bachillerato; los directores de los planteles federales se nombran por concurso de oposición; se incorporó la prueba Enlace a este nivel de estudios y se impulsa la titulación de los 96 mil docentes que no han obtenido el grado de licenciatura; todas, acciones realizadas por la gestión de Josefina Vázquez Mota.