Integrantes del fideicomiso de los museos Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo presentaron este martes, ante la Procuraduría General de la República (PGR), una denuncia de hechos en contra de quien o quienes resulten responsables por conductas que pudieran ser constitutivas de delitos del orden federal.

Ello debido a la publicación de los libros Finding Frida Kahlo (editado por Princeton Architectural Press) y El laberinto de Frida Kahlo: muerte, dolor y ambivalencia, cartas ilustradas, dibujos y notas íntimas (Centro de Estudios de Arte Mexicano), por considerar que la mayoría de las obras que reproducen no son originales de esa artista.

Tras la denuncia, interpuesta por José Luis Pérez Arredondo y Fabián Ortega, abogados y delegados fiduciarios de los museos Rivera y Kahlo, la PGR informó que abrió la averiguación previa PGR/DF/SPE-XXVII/4396/09-09, por el posible delito de reproducción de obras artísticas y documentos que podrían ser falsos.

La colección de más de mil 200 piezas en que se basan esos libros consta de pinturas, dibujos, cartas, hojas de diario, recetas de cocina y otros objetos personales que pertenecen a los anticuarios Carlos Noyola y su esposa, Leticia Fernández, quienes radican en San Miguel de Allende, Guanajuato (La Jornada, 12/7/09).

El abogado Pérez Arredondo indicó que la denuncia se presentó porque en las publicaciones se le atribuyen autorías de Frida Kahlo a supuestos trabajos y obras de las cuales nosotros en el comité técnico desconocemos si son o no de ella, por tanto compete a las autoridades determinar sobre el particular.

Finding Frida Kahlo cuenta con una selección de 256 fotografías de igual número de piezas, tomadas por Barbara Levine, y textos de Stephen Jaycox. Está escrito en inglés y español, se distribuye en Estados Unidos desde agosto y en México a partir de noviembre.

La denuncia se interpuso ante la delegación de la PGR en la Plaza de la República, en el DF, a la que también acudieron el investigador James Oles; el nieto del muralista, Pedro Diego Alvarado Rivera, y la fotógrafa Cristina Kahlo Alcalá, familiar de la pintora.

Ola de falsificaciones

Oles, curador y especialista en arte latinoamericano, se mostró indignado por lo que considera una alteración de la historia de la vida de Kahlo mediante los documentos falsos publicados en los libros mencionados, que incluyen textos supuestamente de la pintora, pero cuya caligrafía no coincide con la ya reconocida.

No idealizo a Frida; tampoco era una santa. Tiene cuadros malos, era una mujer complicada, pero tuvo su vida, como una huella digital (que no se puede falsificar).

Alvarado Rivera dijo que la denuncia es un precedente para que se legisle sobre la falsificación de obras de arte, y que debe evitarse legalmente que las dos publicaciones sigan circulando en México y Estados Unidos.

Recordó que esa denuncia la presenta el Banco de México, donde está instituido el fideicomiso, contra quien resulte responsable por la falsificación de obra de Frida y por publicarla, y la procuraduría tendrá que investigar al respecto.

Kahlo Alcalá destacó que es importante sentar el precedente de que ya no cualquier cosa que sale de Frida es autoría de ella.

Hay que consultar con los expertos antes de sacar una publicación y antes de cualquier cosa. Y el libro salió sin consultar a ninguna voz experta, y lo que está intentando hacer es validar estos baúles y maletas que aparecieron misteriosamente, de repente, conteniendo cartas y dibujos apócrifos, ¡recetas de cocina firmadas, por favor!

Agregó que la historia de que ese acervo pertenecía a un carpintero que trabajó para Frida y Diego no le parece convincente, además de que ese personaje no aparece en las bitácoras que de manera minuciosa llevaba la pintora.Se ha desatado una ola de falsificaciones, también de muchos otros pintores, pero creo que de Frida aún más.

Ante la publicación de ambos libros y la aparición de nueva obra y documentos presuntamente de Frida, varios especialistas enviaron una carta de protesta dirigida a los titulares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes y del fideicomiso Rivera y Kahlo.

Entre los firmantes figuran Mary-Anne Martin, Teresa del Conde, Mariana Pérez Amor, y Oles y Alvarado Rivera. Es la primera vez que hacemos algo así juntos, comentó ayer Oles.

Hace unos meses aparecieron cinco presuntos cuadros de Frida Kahlo en Michoacán, que también causaron polémica y motivaron una conferencia de prensa de expertos para desacreditarlos.

Y en julio de 2007 se dio a conocer, también en San Miguel de Allende, una colección de 60 cartas atribuidas a Kahlo, propiedad del matrimonio Joanne y Graeme Howard, que fueron consideradas falsas por la crítica de arte Raquel Tibol, quien agregó que tienen un lenguaje burdo ajeno a la pintora.