La plana mayor de los cartonistas del periódico realizó una mesa redonda
Tener una voz como nuestro diario es agua fresca en el desierto: El Fisgón
Los monos son una imagen de la cotidianidad, una muestra del lenguaje popular y arte efímero: Ahumada
Guardan fidelidad al proyecto original: ante la situación del país, responder con humor
, dijo Magú
Viernes 25 de septiembre de 2009, p. 8
Ante la manipulación oficial de la información y el clima de miedo que se pretende generar entre la población del país, “tener una voz como La Jornada es agua fresca en el desierto”, afirmó el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, durante la mesa redonda La Jornada y la caricatura realizada el martes 22 en Casa Lamm.
En el encuentro, que forma parte de un ciclo dedicado a celebrar los 25 años de este diario, participó la plana mayor de moneros que día a día usan las armas de la ironía y la sátira
para reflexionar en torno al acontecer nacional.
Sin el trabajo de ellos y de los periodistas que durante un cuarto de siglo han hecho posible la existencia de este medio, agregó El Fisgón, la lucha por los derechos humanos no hubiera sido la misma, ni contra la tortura, por los desaparecidos, contra la corrupción, por los zapatistas, o los fraudes electorales de 1988 y 2006 no hubieran sido develados tan pronto
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La sesión fue coordinada por el articulista Ángel Guerra, quien explicó que los cartonistas, para ir del infierno de lo cotidiano al cielo de lo artístico, deben cruzar la aduana de la historia. Ellos lo saben, desde José Guadalupe Posada a la fecha
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Luego vinieron los comentarios, mordaces y certeros, de los moneros jornaleros, que mantuvieron la carcajada constante entre el público que colmó el salón Tarkovsky del recinto.
En su turno, Ahumada dijo que los monos no son una fotografía, sino una imagen de la realidad cotidiana, una muestra del lenguaje popular y, a la postre, arte efímero
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El caricaturista José Hernández demostró la importancia que tiene conocer la historia para comprender el presente al bromear con la idea de que La Jornada celebra su bicentenario: “Recordemos aquel primer número del 19 de septiembre de 1810, cuando nuestro diario informó sobre la revuelta en Dolores Hidalgo, los avisos decían ‘Llama cura a guanajuatizar el país’; ‘Vamos a coger gachupines’, ‘Si lo hacen, que sea sin condón, pide el PAN’, ‘Hidalgo será excomulgado, dice la arquidiócesis’, ‘es un peligro para México’, ‘la bolsa pierde diez puntos’, ‘los Pumas vuelven a perder.’”
El caricaturista dejó en claro que “La Jornada es inevitablemente un personaje central en el devenir de México, desde su fundación como país, y si no lo es, pues qué desperdicio”.
Por su parte, Gonzalo Rocha compartió la idea de que los ciudadanos deben estar enterados de la historia para comprender mejor las situaciones actuales: “Desde ese siglo de las luces, en la información se concentra el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto a la humanidad, y son los periódicos donde uno se entera de lo que pasa de una manera rápida y nos descubren que nuestros días están ligados al pasado y al futuro.
“La información es un bien común, un derecho y hasta una obligación por parte de quien la presenta y la recibe, pero ese derecho público que es la información está las más de las veces en manos privadas.
“ Por eso, la gran cualidad de La Jornada es estar conformada por gente profesional y profesionistas al servicio de la información, y no por negociantes.
“La Jornada está al servicio de la sociedad que la conformó como proyecto y ha sobrevivido por ser parte de ella. Detrás del diario no hay casinos, ni refresqueras, hoteles, bancos o televisoras, y a los moneros se nos ha permitido hacer de todo en 25 años, además de los cartones que permiten burlarnos de los políticos, ilustrar suplementos culturales, parodiar la historia que a estas alturas se parodia a sí misma.”
Bulmaro Castellanos, Magú, dijo que en 25 años “La Jornada, en lugar de hacerse vieja e inservible, se ha vuelto más útil para la sociedad; ha reverdecido el proyecto periodístico que ha sido y sigue siendo la neta del planeta, y los moneros hemos sido fieles al proyecto original: responder ante la situación del país con humor”.
Antonio Helguera cerró la charla al resaltar que, cuando se inició La Jornada, en los años 80 del siglo pasado, era difícil hacer caricaturas del presidente en turno, pero ya en pleno sexenio de Vicente Fox, cómo no hacer caricaturas de él; algunos periódicos hasta se veían ridículos si no lo caricaturizaban
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