Brasilia, 24 de septiembre. El gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que este viernes buscará el respaldo del Consejo de Seguridad la Organización de Naciones Unidas (ONU) para exigir garantías al gobierno de facto de Honduras a la inviolabilidad de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, informó este jueves que el presidente constitucional de la nación centroamericana, Manuel Zelaya, podrá permanecer en su legación el tiempo que sea necesario para lograr una solución al grave conflicto político.

El portavoz de Lula, Marcelo Baumbach, advirtió que Zelaya corre el riesgo de ser aprehendido si sale de la legación, puesto que el gobierno golpista ya afirmó que lo detendrá en caso de que abandone el inmueble, que está rodeado por militares y policías desde el lunes por la noche, horas después de que el mandatario fuera acogido como huésped en la embajada de Brasil.

La declaración de Baumbach fue hecha en una aparente respuesta a fuerzas políticas opositoras de Brasil, que expresaron esta semana su preocupación por que el presidente Zelaya dé un uso político a la embajada.

Según el senador Eduardo Azeredo, del opositor Partido Social Democracia Brasileña, en el inmueble hay unas 60 personas que acompañan a Zelaya desde que ingresó a la misión de Brasil.

El periódico O Estado publicó este jueves que, según fuentes no identificadas del gobierno brasileño, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ayudó a Zelaya a regresar a Honduras e incluso le aconsejó buscar refugio en la embajada de Brasil.

“Chávez habría dicho a Zelaya que las embajadas de Venezuela, México, Costa Rica y El Salvador, entre otras, podrían ser atacadas por las fuerzas del gobierno de facto, a raíz de la cercanía” entre el presidente constitucional y los gobiernos de esos países.

Baumbach reiteró que Brasil fue tomado por sorpresa con la llegada de Zelaya y dijo a la prensa que la decisión de recibirlo en la legación es consistente con el reconocimiento a la legitimidad de su investidura presidencial, producto de las elecciones que ganó hace cuatro años.

A petición de Brasil, Estados Unidos convocó al Consejo de Seguridad para realizar este viernes una reunión de emergencia a fin de examinar la problemática hondureña y en particular la situación de Zelaya, que el lunes fue acogido como huésped en la embajada brasileña, al volver a Tegucigalpa después de haber sido expulsado por un comando militar el 28 de junio pasado.

Aunque México y Costa Rica ocupan las dos sillas que corresponden a América Latina en el órgano ejecutivo de la ONU, Brasil pidió llevar el tema al Consejo de Seguridad –por segunda vez desde el golpe de Estado en Honduras– para promover un pronunciamiento que exija al gobierno de facto hondureño abstenerse de violar el territorio de su sede diplomática en Tegucigalpa.

En Madrid, en tanto, el embajador de España en Honduras, Ignacio Rupérez, comenzó los preparativos para su próximo regreso a Tegucigalpa con el encargo específico de fomentar una salida negociada a la crisis política.

El diplomático volverá por un acuerdo tomado por la Unión Europea para que los embajadores de los países miembros retornen a ese país centroamericano.