iernes 18 de septiembre. 15.45 horas del Pacífico. Suena el teléfono de la casa.
–¿Quién habla?
–Soy tu sobrino, el que vive en el otro lado. Ya te tengo los tambos de efedrina, los kilos de cocaína y los cuernos de chivo para Marcos.
Frunzo el ceño: Y este güey, ¿quién es?, me pregunto.
El bandido vuelve a repetir para que quede grabado con todas sus letras.
–Tengo los tambos de efedrina, los kilos de cocaína y los cuernos de chivo para Marcos, te los voy a llevar a tu dirección– y la dice de corrido y cuelga. Era evidente que leía un guión
previamente preparado.
No hay duda: no es equivocación ni broma de mal gusto, no buscaba dejar el mensaje en otro lado, la dirección es la mía, no hay vuelta de hoja. De un momento a otro te ves de nuevo en medio de una provocación burda y asquerosa.
El coraje y la indignación no me nublan la mente. Escribo tres cartas con un viejo amigo mío de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa): una para el gobernador de Chiapas, otra para el de Baja California, y otra para Los Pinos. Preciso los detalles: hora, lugar y teléfono con la esperanza de que se investigue. Mando copia de esta carta a mis familiares por cualquier cosa que pueda suceder.
Luis Felipe Bravo Mena, secretario del Ejecutivo y miembro de la Cocopa original, me manda decir qué dependencia llevará a cabo la investigación. Conoce a fondo el tema zapatista y enfrentó junto con todos los integrantes de la Cocopa el burdo montaje de Ernesto Zedillo contra la comandancia zapatista el 9 de febrero de 1995.
Reviso con detenimiento cada palabra, la actitud del cobarde personero que llamó; reviso antecedentes en Internet sobre extorsiones y amenazas telefónicas, pero, salvo el dato del sobrino del otro lado
, no encuentro similitudes.
Los grupos del crimen organizado en Tijuana no avisan, arrasan; no se ha sabido que recurran a esta clase de llamadas. Su negocio
no es la política, no todavía.
En la llamada no hubo reclamo económico ni amenaza, pero sí la intención de que quede claro la vinculación efedrina-cocaína-cuernos de chivo- Marcos. Lo repite como si fuera una gracia y no un delito. Es obvio que la información que dieron al prostituido para hablar anda como a 20 cuadras del desfile. A Marcos no lo veo desde 2006, cuando andaba por Ensenada en la otra campaña. Como dirían los viejos merolicos: ¡Ay, hijito de mi vida, en lo pendejo te pareces a tu padre!
Tengo 15 años atendiendo las tareas de pacificación en Chiapas, he sido miembro de la Cocopa en cuatro ocasiones y realizo mis tareas con discreción y lealtad. Aún tengo en la memoria la justificación de Zedillo el día que giró las órdenes de aprehensión contra la dirigencia zapatista el 9 de febrero: “El día de ayer la Procuraduría General de la República descubrió dos resguardos clandestinos del EZLN, en la ciudad de México y en el estado de Veracruz. En ellos se logró detener a un grupo de personas pertenecientes al propio EZLN, en posesión de un arsenal de armas de alto poder, granadas de mano, cabezas de mortero y explosivos. Las averiguaciones iniciadas indican que el EZLN estaba a punto de emprender nuevos actos de violencia… Estos hechos y la evidencia descubierta permiten establecer que lejos de prepararse para el diálogo y la negociación, la estrategia del EZLN era ganar tiempo para pertrecharse y extenderse a fin de realizar más actos de violencia”…
La historia ha sepultado todas estas mentiras. No ha sido el EZLN el que ha disparado un solo tiro ni el que ha realizado actos de violencia; al contrario, los zapatistas han sido víctimas de la violencia paramilitar y en el incumplimiento de lo pactado. Pretender vincular al EZLN con el narco es una canallada.
Por ser en Baja California donde se produjo este hecho, no descarto la intromisión de alguna trasnacional afectada por mis opiniones. Llegan a mis manos notas, facturas, cheques e informes de acciones de Sempra Energy que vulneran la soberanía nacional. No tienen recato: desde California se contratan servicios de espionaje a instituciones y ciudadanos mexicanos. Tengo pruebas que he hecho llegar a manos de legisladores amigos. Sería gravísimo que una empresa de esa envergadura se viera involucrada en una acción de provocación antizapatista. No puedo afirmar que fue ella, mas no lo descarto. Lo que sí puedo decir es que hago responsable a Sempra Energy, a sus lacayos y empleados Eugenio Elorduy y Bernardo Martínez de cualquier cosa que le suceda a mi familia.
En tanto tenga vida y salud seguiré luchando por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y por evitar que las trasnacionales sigan convirtiendo a Baja California en el cuarto de máquinas de Estados Unidos. Es responsabilidad del Estado averiguar e investigar este hecho y dar una explicación convincente. Mientras tanto, nadie debe bajar la guardia.