Sábado 26 de septiembre de 2009, p. 27
Pittsburgh, 25 de septiembre. Los líderes del Grupo de las 20 naciones industrializadas y en desarrollo (G-20) se comprometieron a asegurar un modelo de crecimiento mundial más equilibrado
para evitar una nueva crisis mundial, mantener los programas de estímulo económico hasta que la recuperación global esté asegurada y hacer de este foro la instancia del mundo donde se discutan los asuntos económicos globales, dejando en segundo plano al G-8, de las naciones más ricas del mundo.
Los representantes también acordaron medidas de regulación del sector financiero y elevar el nivel de reservas de los bancos, a fin de evitar los riesgos excesivos que alimentaron la última crisis financiera. Respecto a los bonos de los banqueros, llamaron a los países a aplicar medidas correctivas, entre ellas mayores requisitos de capital, sobre las instituciones que no cumplan.
Reconocemos que el proceso de asegurar un crecimiento más equilibrado debe asumirse de forma ordenada. Todos los miembros del G-20 están de acuerdo en corregir las debilidades de sus respectivas economías
, indicó el documento.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio por superada la crisis financiera mundial en declaraciones al finalizar la cumbre. Hemos salvado a la economía mundial de caer en el abismo
, señaló el mandatario y agregó que ya se sentaron las bases para la recuperación. Instó a los líderes mundiales a trabajar juntos porque nuestras economías nacionales están mutuamente relacionadas
, subrayó.
El grupo sustituye al G-8
Sin embargo, el documento final del G-20 sostuvo que el proceso de recuperación y reparación aún no se ha completado. Nos comprometemos hoy a mantener nuestra fuerte respuesta a la crisis hasta que esté asegurada una recuperación duradera
, concluyó el grupo en el comunicado final del encuentro de dos días en esta ciudad.
Uno de los acuerdos más relevantes de la cumbre de Pittsburgh fue la sustitución del G-8 por el G-20 en el papel de gran coordinador de las cuestiones económicas mundiales. En su conjunto las ocho economías más ricas y las 12 emergentes restantes, entre ellas México, así como los integrantes del BRIC –Brasil, Rusia, India y China– constituyen en conjunto 80 por ciento del producto interno bruto mundial.
Así mismo los líderes del grupo se pronunciaron en favor de transferir al menos 5 por ciento del poder de voto en el Fondo Monetario Internacional y 3 por ciento en el Banco Mundial a los países emergentes.