Santa María Atzompa, Oax., 5 de octubre. Las condiciones pedagógicas no son las aptas: el calor a veces no se aguanta por las láminas; con la lluvia el agua entra hasta las aulas y en tiempo de frío esto se congela. Muchos niños se enferman, dice Inocencio Gutiérrez Martínez, director de la escuela prescolar Vicente Riva Palacio.

El plantel está en la colonia Forestal, uno de los asentamientos más marginados de este municipio, conocido por su alfarería, a menos de 15 minutos de la capital del estado. Aquí 85 niños reciben clases en aulas hechas de cartón, madera y láminas.

Este jardín de niños, fundado hace cinco años y reconocido por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, se encuentra en un predio prestado por un particular que en cualquier momento puede reclamarlo.

Los menores se sientan en mesabancos deteriorados, donados por otras escuelas. Los reducidos salones tienen pisos de tierra, carecen de ventanas, lavabos y desayunador, y los sanitarios o letrinas están dentro.

Gutiérrez dice que el personal docente se adapta, pero no por eso podemos sentirnos satisfechos. Asimismo advierte que la población escolar estará en riesgo en noviembre y diciembre, con el rebrote de la influenza A/H1N1.

María Antonieta Pérez Crisóstomo, madre de uno de los alumnos, dice que la esperanza de docentes, alumnos y padres es que se construya una escuela en forma, pero el anhelo parece estar muy lejos por varios motivos: si bien el ayuntamiento donó hace tres años un predio para la construcción del inmueble, el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (IOCIFED) duda en realizar la obra porque el terreno se encuentra en el cauce de un arroyo.

Desde un escritorio (de la dependencia) nos dijeron que no era viable. Entonces ¿adónde nos tenemos que ir?. Cree que la escuela se puede construir si se construyen un puente y un muro de contención para evitar afectaciones por el agua. Además, la dependencia aún no define el presupuesto para la obra.