Para resolver el problema de la basura en la ciudad de México y la saturación del Bordo Poniente, el gobierno capitalino le apostará al tratamiento de los residuos en las estaciones de transferencia y al uso de nueva tecnología, lo que en un caso permitirá el reaprovechamiento de la basura para generar energía para alimentar al Sistema de Transporte Colectivo Metro, afirmó el secretario de Obras local, Fernando Aboitiz, quien consideró que en esa tarea debe participar también, de manera decidida, el gobierno federal.

Al comparecer ante el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Aboitiz manifestó, además, que no ve como una alternativa de corto plazo, sobre todo por la oposición vecinal, el proyecto de construir un centro integral de reciclaje y energía en Tláhuac, en el que pudiera recibirse parte de la basura que se genera en esta capital.

Una de las preguntas que de manera recurrente le formularon los diputados locales al funcionario fue el destino del Bordo Poniente, adonde van a parar las 12 mil 500 toneladas de basura que generan los habitantes de esta capital. La respuesta, en varias de sus intervenciones, fue que la administración de Marcelo Ebrard no se opone al cierre de ese lugar; sin embargo, expresó que uno de los principales obstáculos es el dinero necesario para ello.

Son 900 millones de pesos lo que se requeriría para cerrar la etapa cuatro del bordo; también se necesitan alrededor de 640 millones para hacer la etapa ocho, en el supuesto de que hubiera un acuerdo con el gobierno federal para que se pudiera hacer, y abrir un nuevo lugar implicaría invertir alrededor de 740 millones de pesos, que va desde comprar un terreno, hacer las instalaciones, adecuarlas, para que pudiera operar, e incrementaría 140 millones de pesos los traslados que haríamos a ese lugar.

En torno a este asunto, la secretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado Peralta, precisó que mantener en funcionamiento el relleno sanitario Bordo Poniente no es un capricho del gobierno local, sino una necesidad ante la imposibilidad de contar con un área donde se puedan depositar 12 mil 500 toneladas diarias de basura que se generan en la ciudad de México, por lo cual llamó a las autoridades federales a encontrar una salida viable a este tema, que no compete sólo al DF, y le representaría erogar mil millones de pesos.

De acuerdo con análisis y estudios realizados, esta área tiene posibilidades de continuar operando con eficiencia y sin riesgo para la población los siguientes años, por lo que en breve se presentará a las autoridades federales los programas de Gestión Integral de Residuos Sólidos y Operaciones del Bordo Poniente, en los que se define cuál será el plan de manejo de la basura en el futuro y el papel que tendrá este sitio, a fin de ampliar su vida útil, señalan reportes de la dependencia.

Más allá de diferencias políticas, la administración capitalina solventará de manera científica, técnica y legal dicha propuesta, pues existen posibilidades de mantener su operación por lo menos otros tres años, aunque podría ser mayor con un proceso adecuado de manejo de los residuos sólidos,, dijo, al reiterar que no estamos en contra de su cierre, pero se requiere que se haga de manera paulatina y responsable.

Por su parte, el gobierno capitalino informó mediante un comunicado que su titular, Marcelo Ebrard, durante su gira por Nueva York visitó el que fue el tiradero más grande del mundo y que ahora se proyecta como un ejemplo de renovación y restauración ambiental.

Ebrard anunció que propondrá a la Cámara de Diputados aprobar recursos para convertir el relleno del Bordo Poniente en un parque ecológico del cual se pueda aprovechar y comercializar el gas producido por los residuos ahí enterrados.