Copenhague, 8 de octubre. La magia de Jacques Rogge perdió fuerza, pero eso no impedirá al belga tener todo bajo control de cara a su relección este viernes como presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), luego de ocho años de mandato.

Estoy muy confiado en que la asamblea general apruebe nuestra elección, dijo Rogge, en la víspera de que el COI confirme que el rugby y el golf sustituirán al beisbol y al softbol en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Claro que hay miembros que con gusto verían otras disciplinas deportivas, pero estoy seguro de que los (106) miembros apoyarán estos dos deportes en el programa, añadió el dirigente.

El estadunidense Tiger Woods, número uno del golf mundial, ya anunció que quiere estar en la justa brasileña de 2016, y mañana promoverá su deporte en un mensaje por video dirigido a los miembros del COI.

Cuatro años atrás el organismo olímpico rechazó la reincorporación del golf, cuya última presencia en los juegos es de 1904, mientras el rugby estuvo en las competencias entre 1900 y 1924, aunque en su formato tradicional de 15 jugadores, pues la idea de Rogge es que con el sistema previsto para Río de Janeiro habrá más acción.

Heredero de una institución próspera gracias a los subsidios multinacionales y cadenas de televisión, Rogge se vio obligado a hacer una gran limpieza en el seno de la institución tras suceder al español Juan Antonio Samaranch, después del escándalo de corrupción de Salt Lake City y superar, no sin dificultades, la crisis política internacional por la situación en el Tíbet antes de los JO de Pekín 2008.

Hoy, al frente de una organización más transparente, el belga desea hacerla más democrática integrando a más mujeres, ya que de los 60 candidatos que recibió la comisión de nominaciones, sólo nueve’ son de ese género, destacó el filipino Francisco Elizalde, hombre clave en esa decisión.

Somos muy conscientes de que faltan mujeres en el COI. Vamos predicando por ahí que se necesitan más, pero somos los primeros que no las admitimos, comentó Elizalde, quien resaltó que la estadunidense Anita DeFrantz, otra vez nos echó en cara que no tenemos suficientes.

De los seis nuevos miembros que serían admitidos por el COI, cinco son hombres y sólo una mujer, Lydia Nsekera, de Burundi, y entre los varones destaca el príncipe Federico de Dinamarca, del que la prensa local se mofa con calificativos como hombre rana e idiota inútil para los antidemócratas.

Un día después de que la presidenta del Comité Olímpico de Estados Unidos, Stephanie Streeter, renunció al cargo que dejará en marzo próximo, tras la derrota de Chicago como sede en 2016, la comisión jurídica del COI anunció que la concesión de las cinco medallas olímpicas retiradas a la ex velocista Marion Jones se dará a conocer el 18 de diciembre.