La Asociación de Bancos de México (ABM) y representantes de la iniciativa privada manifestaron su respaldo irrestricto al gobierno federal, luego de que la administración de Felipe Calderón decidió liquidar la empresa Luz y Fuerza del Centro (LFC).

El presidente de la Concamin, Salomón Presburguer, señaló que el gobierno aprovechó el conflicto con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para desplegar una campaña mediática que justificara la intervención de la fuerza.

No podemos tapar el sol con un dedo. La realidad es que esta compañía había que cerrarla porque nos estaba costando mucho, señaló en entrevista telefónica.

El presidente de la Canacintra, Miguel Marón Manzur, negó que la desaparición de la paraestatal haya tenido la finalidad de eliminar al SME. Agregó que aun cuando se deberán desembolsar 20 mil millones de pesos para liquidar a los trabajadores, el país se verá beneficiado debido a que el cierre también significará un ahorro para el erario.

Aunque los dirigentes empresariales se negaron a hablar abiertamente sobre una privatización, el presidente de Canacintra señaló: es un capítulo que de alguna manera se cierra, pero se crean nuevas oportunidades de inversión en algún otro lado.

La ABM señaló que el cierre de la empresa supondrá la eliminación del alto impacto que tenían los contribuyentes para sostener la operación de una empresa inviable, que requería urgentemente cambios de fondo para volverse más eficiente.

El Consejo Coordinador Empresarial dijo que con esta medida, el gobierno federal logrará una importante reducción del gasto público y avanzará en el uso responsable de los recursos fiscales, para aumentar el crecimiento y la competitividad del país.

Confió en que el proceso de liquidación se lleve conforme a la ley, en estricto apego a los derechos de los trabajadores, pero también correspondiendo a los derechos y compromisos para con la sociedad, que aspira y exige que sus contribuciones se utilicen con transparencia y eficiencia.

En tanto, para la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la toma de las instalaciones de LFC y la intención de liquidar a los trabajadores es una situación preocupante, porque se trata de un abierto ataque a todo el movimiento democrático sindical del país y expresa la manifiesta intención del gobierno federal de privatizar la energía eléctrica

El frente magisterial democrático realizó ayer su asamblea nacional, en la que todas sus secciones manifestaron total y absoluto respaldo al SME, y acordaron sumarse a la movilización del próximo jueves.

También organizaciones campesinas repudiaron la decisión del presidente Calderón y señalaron que se trata de una agresión al sindicalismo y la lucha social.

En entrevistas por separado, los dirigentes de la Confederación Nacional Campesina, Cruz López; la Central Campesina Cardenista, Max Correa, y de la Central Campesina Independiente, Rafael Galindo, sostuvieron que la decisión es inoportuna y que no ayuda a la paz social del país.