Resultado de la crisis económica, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad (AICM) estimó que sus ingresos al cierre del presente año tendrán una caída de 424.1 millones de pesos, monto que representa 16.8 por ciento de sus percepciones originales: 2 mil 512.5 millones. Además, en enero y mayo pasados debieron reajustar en 450 millones de pesos su presupuesto autorizado.

Por otra parte, el 18 de mayo pasado, en plena contingencia sanitaria por la influenza A/ H1N1, el director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Héctor Velázquez Corona, se vio obligado a solicitar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) un apoyo presupuestal por 206 millones de pesos para cubrir una deuda de 276 millones con Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la cual se tenía desde el año pasado.

De acuerdo con el informe enero-junio del presente año, ya aprobado por el consejo de administración, el AICM reportó un subejercicio de casi 70 por ciento de los recursos destinados a obra pública, debido a las constantes revisiones del presupuesto y al clima económico adverso. Sin embargo, se aclara que en este momento se ha contratado 86 por ciento del total de obra pública, misma que se destinará exclusivamente a separación de flujo de llegada y salida de pasajeros –cuyo ejercicio es multianual– y en aquellos que requiera la operación y sean impostergables.

Es importante precisar que al inicio del ejercicio (enero) fue necesario replantear el presupuesto original, ya que la meta de ingresos no resultaba factible de ser alcanzada a consecuencia de la baja en la captación de recursos por la presente crisis económica, siendo importante destacar que existe un enorme adeudo en la entrega de los recursos captados por concepto de TUA (tarifa de uso de aeropuerto) por parte de algunas aerolíneas, destacando Aerovías de México (Aeroméxico) y Consorcio Aviaxsa, dice el informe.

En mayo se realizó una segunda reprogramación de los ingresos, considerando las consecuencias del brote de influenza y dada la baja de pasajeros y operaciones, así como al incremento de desocupación de locales comerciales, derivado de la misma crisis económica. Inclusive se prevé que es prácticamente imposible alcanzar el número de pasajeros movilizados en 2008 como de las operaciones.