Previsión global
Martes 13 de octubre de 2009, p. 34
La economía mundial es aún muy débil, pero las condiciones mejoran en muchos países. The Economist Intelligence Unit prevé que el PIB a paridad de poder de compra se contraerá 1.4% este año (como reflejo de la severa caída de fines de 2008 y principios de 2009). Pero esperamos que el crecimiento se reanude en la segunda mitad de este año y genere un impulso que persista a lo largo de 2010. Hemos elevado nuestra previsión de crecimiento a 2.9% para 2010, ligeramente arriba del 2.7% que pronosticamos antes.
Una de las principales razones de esta mejoría es que la política parece tener ahora un efecto más claro. Desde el principio de la crisis, hace un año, las autoridades han dado pasos sin precedente para reactivar el crecimiento, proteger el sistema bancario e inundar de dinero los mercados financieros. Los bancos centrales han reducido las tasas de interés y muchos han adoptado medidas heterodoxas como el alivio cuantitativo
(comprar diversos tipos de valores para incrementar la oferta de dinero en circulación). Al mismo tiempo, los gobiernos han aumentado en forma dramática el gasto público en un esfuerzo por crear empleos y apoyar la actividad económica.
Estos esfuerzos no sólo han ayudado a prevenir una caída más severa, sino también ponen el escenario para una recuperación, aunque débil. El ciclo de inventarios complementará el proceso, a medida que empresas que habían reducido la producción previendo una baja en la demanda comiencen a aumentar sus existencias para atender nuevos pedidos. Algunos países en los que la producción industrial tuvo un agudo descenso a finales de 2008 y principios de 2009 podrían tener un repunte particularmente fuerte en los meses próximos.
Riesgo de una recaída
Pese a los signos alentadores, la economía mundial no ha salido del túnel. Nuestra mayor preocupación es que el crecimiento se debilite de nuevo una vez que el estímulo se desgaste. La deuda de los gobiernos ha aumentado considerablemente en muchos países, lo cual despierta preocupaciones por la solvencia de los estados, y los niveles actuales de estímulo no son sostenibles. Cuando el gasto gubernamental se contraiga, la recuperación podría entrar en reversa y dar forma a una curva de crecimiento en forma de W. (Una V simple implicaría un ascenso más rápido y decisivo.)
Aunque no pronosticamos esto para la economía mundial en su conjunto, sí prevemos que el crecimiento de EU se reducirá en 2011, luego de una breve recuperación en 2010, precisamente por esa razón.
Otros factores podrían entorpecer la economía. Primero, si bien los mercados de crédito se han estabilizado en meses recientes, permanecen bajo tensión. Muchos bancos, ante las experiencias que casi los llevaron a la quiebra durante la crisis, han endurecido sus normas de préstamos. Con ello ha sido más difícil que consumidores y empresas reciban créditos, en especial si su solvencia se ha deteriorado por pérdidas económicas. El crédito aportado por instituciones financieras no bancarias también se ha contraído en gran medida.
Segundo, el shock de fines de 2008 destruyó la riqueza en tal escala que muchos hogares y empresas se enfocarán durante varios años en reconstruir sus finanzas. No consumirán o invertirán tanto como antes de la crisis. Tercero, existe el riesgo, relacionado con lo anterior, de que una economía doméstica estadunidense más débil realice menos importaciones, lo cual creará dificultades para países que dependen de EU como mercado de exportación. Esas naciones tendrían que ajustar sus estrategias económicas o resistir un crecimiento mucho más lento durante varios años. Cuarto, el crecimiento global será relativamente débil durante un tiempo, por lo cual es más probable que la recuperación no implique un aumento del empleo.
La zona del euro se contraerá 4.1% en 2009. Sin embargo, hemos elevado nuestras previsiones para 2010, cuando anticipamos que el PIB crezca 0.5%. Las economías de Francia y Alemania han comenzado a crecer de nuevo. Sin embargo, los problemas en los mercados de vivienda y la fuerte exposición de los bancos a deudores de Europa oriental plantean el riesgo de nuevas perturbaciones en el sector financiero. Además, el desempleo se mantiene artificialmente bajo por los subsidios gubernamentales. Si la economía no se recupera pronto, podría haber mayores recortes de empleos.
Prevemos que el comercio mundial decaerá 9.4% este año, lo cual implica que Asia, enfocada fuertemente en las exportaciones, tendrá una desaceleración importante, aunque el crecimiento se mantendrá bien en comparación con la mayoría de otras regiones. No es sorprendente que la estrella de la película asiática será China, para la cual hemos elevado nuestra predicción de crecimiento a 8.1% en 2009 y 8.5% en 2010, a causa del rápido despliegue gubernamental de un masivo programa de estímulos por 586 mil mdd.
En América Latina, muchos países han sido duramente golpeados por la crisis global, aunque el cuadro es disparejo. Los países cuyas economías están más ligadas a la estadunidense siguen con problemas para salir. En cambio surgen más signos de recuperación en economías que exportan muchas materias primas a China. Las perspectivas de Brasil son relativamente fuertes, apoyadas por su sólido sistema financiero, su economía diversificada y su gran mercado interno. En conjunto, América Latina se contraerá 3.3% en 2009, pero crecerá 2.4% el año próximo.
Deterioro del dólar
Asumimos que la reciente caída del dólar estadunidense, a 1.46 por euro, es temporal. Esta caída parece vinculada a un aumento del precio del oro, que refleja en parte la preocupación de que el gobierno chino convierta en ese metal parte de sus enormes reservas de divisas.
Si bien es probable que el dólar se recupere un poco a corto plazo, sus perspectivas globales siguen siendo inciertas. Prevemos que fluctuará alrededor de 1.40 por euro entre estas fechas y 2010, y se debilitará gradualmente ante el euro, el yen, la libra esterlina y el renminbi en los cuatro años posteriores.
Aumento del crudo
Nuestro pronóstico del precio del petróleo no cambia en esencia respecto del mes pasado. Esperamos que el barril de petróleo (mezcla Brent fechada) cueste en promedio 62 dólares este año y 74 en 2010. Si bien los fundamentos de la oferta y la demanda sugieren que los precios deberían ser inferiores –puesto que la demanda es débil y las reservas mundiales están en cifras récord–, los indicios de recuperación económica los mantienen elevados. Esta tónica continuará en el primer semestre de 2010, aunque los precios se reducirán hacia finales del año, cuando se desvanezcan los efectos del estímulo económico global. Luego aumentarán con más fuerza en 2012-14, a un promedio de 84 dólares el barril, conforme la demanda se recupere y las preocupaciones por el abasto a largo plazo pasen al primer plano.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya