Islamabad, 12 de octubre. Al menos 41 personas murieron y 45 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado hoy contra un convoy militar en una concurrida plaza en el distrito montañoso de Shangla, perteneciente al convulso valle de Swat, en el noroeste de Pakistán.

Un hombre hizo estallar explosivos que llevaba consigo al paso de un convoy militar en un abarrotado mercado de la localidad de Alpurin, en el distrito de Shangla. Por la explosión fallecieron unos 35 civiles y seis soldados, informaron fuentes oficiales.

Hasta el cierre de esta edición ningún grupo se había responsabilizado del ataque; las autoridades lo atribuyeron a los insurgentes talibanes.

Shangla es uno de los cuatro distritos del convulso valle de Swat donde el ejército paquistaní ha combatido a los talibanes durante los últimos cinco meses, en una operación que dejó unos 2 mil rebeldes muertos, según datos oficiales.

El atentado en el distrito de Shangla es el cuarto que se comete en una semana: en la capital, Islamabad, el lunes pasado un suicida provocó la muerte de cinco empleados del Programa Mundial de Alimentos. Cuatro días después fallecieron más de 50 personas en otro ataque en la ciudad de Peshawar.

El sábado, un comando talibán asaltó el cuartel general del ejército en la ciudad de Rawalpindi, en el que logró tomar en rehenes a 39 personas durante 22 horas, que fueron liberadas tras un operativo realizado por las fuerzas armadas y en el que murieron nueve atacantes y 11 elementos de seguridad.

En este sentido, este lunes los talibanes se adjudicaron el ataque contra el cuartel militar, al afirmar que fue en venganza por la muerte de su líder Baitullah Muhsud, abatido por un avión estadunidense a principios de agosto.

Tras el anuncio talibán, cazabombarderos paquistaníes atacaron bastiones de los insurgentes en las zonas tribales del noroeste del país y mataron a por lo menos 31 presuntos insurgentes, informaron responsables gubernamentales y militares.