Bagdad, 15 de octubre. Más de 85 mil iraquíes perecieron de manera violenta entre 2004 y 2008, tras el inicio de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003, de acuerdo con cifras del Ministerio de Derechos Humanos que no incluye a los insurgentes ni a los extranjeros, pero suma unos 15 mil cuerpos sin identificar.

El reporte, que basó sus cifras en la cantidad de certificados de defunción expedidos por el Ministerio de Salud, tampoco da cuenta de los primeros meses de la guerra, toda vez que no había un gobierno iraquí en funciones.

Los datos cubren solamente las muertes violentas, resultantes de tiroteos, bombardeos, ataques con mortero y decapitaciones. Entre los fallecidos se cuentan mil 279 niños, 2 mil 334 mujeres, 263 profesores universitarios, 21 jueces, 95 abogados y 269 periodistas, y establece el número de heridos en 148 mil personas.

Mediante los ataques terroristas, incluidas las explosiones, los asesinatos, los secuestros y desplazamientos forzados, los grupos fuera de la ley han generado estas cifras terribles que representan un gran reto para el imperio de la ley y el pueblo iraquí, señala el informe.

El Ministerio de Derechos Humanos, que estimó que las cifras podrían ser mucho mayores debido a los muertos y lesionados no registrados, añadió que todo esto muestra el impacto del terrorismo y la violación contra la vida natural en Irak.

A diferencia del ministerio, los datos más recientes de la organización no gubernamental Irak Body Count, un grupo que busca llevar un seguimiento de los víctimas civiles desde que comenzó la guerra, estima que el número de fallecidos llega a 93 mil 540.

En este contexto, el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunió hoy en Bagdad con su homólogo iraquí, Nuri Maliki, para consolidad la nueva asociación estratégica anunciada en septiembre.