Haber otorgado autorizaciones para el cultivo experimental de maíz transgénico en México, confirma el entreguismo del gobierno federal ante las trasnacionales, consideraron agrupaciones campesinas y académicos.

También expresaron que con estas determinaciones queda claro que la actual administración es rehén de corporativos, como Monsanto, y por ello pone los intereses económicos de estas empresas por sobre los del pueblo mexicano.

En entrevistas por separado, el profesor de la UNAM e investigador del Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Alejandro Espinosa; el líder de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, y Víctor Suárez, integrante de la campaña Sin Maíz No Hay País, lamentaron que las secretarías de Agricultura (Sagarpa) y de Medio Ambiente (Semarnat) hayan hecho caso omiso a las recomendaciones de científicos nacionales respecto a que se debía declarar una moratoria a estos cultivos.

Apuntaron que haber tomado esta decisión en la víspera del Día Mundial de la Alimentación es una burla además de un crimen de lesa humanidad, pues se abre la puerta para la contaminación masiva de los maíces criollos, en el centro de origen de un grano que es el cultivo más importante para la humanidad, y del cual se cosechan 760 millones de toneladas en el mundo, rebasando ya al trigo.

El jueves por la tarde la Semarnat y la Sagarpa anunciaron el otorgamiento de las primeras dos autorizaciones para cultivo experimental de maíz transgénico en Tamaulipas, y según el investigador Espinosa lo hicieron para cubrir el requisito de pasar lo antes posible a las pruebas piloto y abrir el camino para sembrar a gran escala.

Es una jornada de luto, porque se está tirando a la basura el esfuerzo, la proeza de creatividad de los mexicanos, la gran hazaña tecnológica que logró llevarlo de la forma silvestre (teocintle) a la condición actual, donde una mazorca puede producir entre 400 y 500 granos. Lamentó que los funcionarios no entiendan lo que vale nuestra cultura.

Víctor Suárez consideró que esto es una prueba más de la ilegalidad con que se toman las decisiones en la Semarnat y la Sagarpa. Se trata de decisiones autoritarias de un gobierno panista, que le da la espalda a la sociedad, para complacer y servir a las trasnacionales como Monsanto que son dueñas de 90 por ciento de las patentes de semillas de biotecnología.

Recordó que Monsanto está siendo investigada en Estados Unidos por prácticas de monopolio y corrupción.

Ramírez Cuéllar, por su parte, resaltó que junto con la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, ésta es otra determinación que va a causar crispación en la sociedad y nos confirma que el gobierno es entreguista y rehén de los monopolios.

Fonoacciones

Ante las dos primeras autorizaciones concedidas por el gobierno federal a la empresa Monsanto para cultivo experimental de maíz transgénico, la organización ambientalista Greenpeace propuso fonoacciones a la ciudadanía. Entre ellas dejar un mensaje telefónico en la residencia oficial de Los Pinos para exigirle al presidente Felipe Calderón que revierta su decisión de permitir los cultivos y no apruebe las otras 33 solicitudes de la industria que están pendientes.

Con el lema Llámale a Felipe, la organización pide a los ciudadanos mexicanos que hablen a cualquier hora del día para dejarle al Ejecutivo un mensaje de descontento por las aprobaciones de cultivos transgénico que pone en riesgo las 59 variedades y las más de 200 razas de maíz que existen en el territorio nacional.

Esta invitación está lanzada a través de las cuentas de Greenpeace en redes sociales como Facebook o Twitter y en su página electrónica en donde expone a los ciudadanos las indicaciones telefónicas que deben llevar a cabo para dejar el mensaje de descontento al mandatario federal.

Los teléfonos que Greenpeace facilita para llamar a la presidencia de la república son: en el Distrito Federal el 5523-8939 y en el interior el 01800-8365480. Piden a la población que sus mensajes sean respetuosos pero enérgicos, y ponen a disposición de los interesados un modelo de carta para su uso.