Para unos elevó la afluencia de visitantes; para otros, afectó las ventas
Lunes 19 de octubre de 2009, p. a15
La novena Feria del Libro en el Zócalo se desarrolló ayer casi como si nada hubiera pasado, y con esperanzas de las casas editoras de recuperar el tiempo perdido e, inclusive, superar las ventas del año pasado.
A instancias de la Secretaría de Protección Civil del DF se tomó la determinación de suspender la feria los días 15 y 16 con motivo del arribo a la Plaza de la Constitución de la marcha de los trabajadores electricistas, en aras de evitar cualquiera problema o accidente. A cambio la feria, que debió haber terminado ayer, se extenderá hasta el sábado 24.
No obstante el día nublado y frío, el Zócalo era un remolino de personas de todas las edades que igual hojearon y compraron libros, que escucharon música, o a Javier González Garza y Armando Bartra hablar sobre la crisis de la izquierda en México, o a los envalentonados hacer una lectura de primera intención
en el Café Literario Julio Cortázar.
Dadas las características del Zócalo, no se puede hablar de espacios desfavorablse para mostrar libros. Para Ana Lilia Torres, del estand de la Librería Umbral, todo había vuelto a la normalidad, con una muy buena afluencia de gente y de venta. Consideró fabuloso para nosotros que la feria se extienda hasta el sábado 24
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César Espinosa, de la Librería Anagrama, también opinó que en el fin de semana la gente compró muy bien: El relajo del montaje y desmontaje sirvió para que la gente estuviera más ansiosa de venir
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–¿Qué pensaron cuando supieron que tenían que desmontar?
–Que las ventas se iban a caer y si crecía más lo de la marcha tal vez no se iban a quitar los electricistas, pero no se dio. Tenemos dos estands y ambos están muy bien. Uno es de ofertas y libros de 10, 20 y 35 pesos, y el otro de material de línea, con precios fijos y más caros, pero la gente solicita mucho a pesar de todo.
Sergio Morales, del Instituto Mora, se mostró menos optimista porque en su opinión “se partió la continuidad del evento; además, había coincidido con la quincena. Se volvió más esfuerzo para nosotros –apenas va jalando esto–, pero desgraciadamente ya nos toca la media quincena y no son tan buenas las ventas como las que esperábamos. Pero la afluencia de gente ha sido buena en este fin de semana”.
Acotó: “Son pocos los eventos que tienen un aporte bueno respecto a dinero y ésta había sido una de las mejores ferias dentro del contexto de la crisis económica. Por desgracia se partió y ya no se pudo acabar con mejores resultados de los que tenemos ahorita.
Somos un instituto de investigación y más que nada lo que se busca es presencia, estar aquí y que la gente conozca el instituto y, si se puede recaudar algo de fondos mediante la venta de las publicaciones, también
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Para Abraham Laguna, del estand de la Universidad Nacional Autónoma de México, faltaron algunas editoriales que por algún compromiso en algún otro evento ya no se presentaron. Nosotros, como UNAM, estamos en conjunto con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana para apoyar a este evento. La feria regresó a la normalidad en más de 90 por ciento
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No obstante, por los problemas a la hora del desmontaje disminuyó la venta, porque la gente se percató de esa actividad
. Aunque bajó la venta comparada con el año anterior, esperemos a partir del lunes recuperar ese tiempo perdido e, incluso, incrementar la venta respecto con 2008
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