El gobierno federal canaliza 100 millones de reales para reforzar vigilancia en Río de Janeiro
cazara responsables de derribar un helicóptero
Condena el presidente Lula la violencia del pasado fin de semana; la cifra de muertos sube a 21
Martes 20 de octubre de 2009, p. 20
Río de Janeiro, 19 de octubre. La policía de Río de Janeiro se volcó hoy a buscar a los responsables de la caída de un helicóptero de la policía local y el gobierno federal puso a disposición de las autoridades cariocas fondos especiales por 100 millones de reales (58.3 millones de dólares) para fortalecer la seguridad pública en la segunda metrópoli brasileña y mejorar su imagen de cara al Mundial de futbol de 2014 y las Olimpidas de 2016.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, durante una conferencia de prensa en Londres, estuvo a la ofensiva este lunes al defender su ciudad. Lamentó profundamente lo que ha pasado recientemente en Río, pero debo decir que es insignificante respecto de lo ocurrido en Londres en 2005
, en referencia a los atentados simultáneos con explosivos en el sistema de transporte urbano de julio de ese año, que dejaron saldo de 52 muertos.
En medio de la movilización policial en las favelas del norte de Río, donde se encuentra el legendario estadio de futbol Maracaná, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva condenó la violencia del pasado fin de semana, y el secretario de seguridad estatal, José Mariano Beltrame, dio a conocer que los proyectiles que causaron el desplome del helicóptero fueron disparados con un arma de largo alcance, que podría ser una ametralladora 30 o un fusil 762.
La cacería
de los delincuentes que protagonizaron la batalla en Morro dos Macacos (Cerro de los Changos) fue alentada hoy por asociaciones de policías retirados y activos, que en conjunto ofrecieron 12 mil reales (unos seis mil dólares) a quien capture a los tiradores que provocaron la caída de la nave, en la cual fallecieron dos agentes.
La policía de Río informó que la cifra de decesos pasó este lunes de 17 a 21, luego de que se confirmó la muerte de un tercer agente y de tres trabajadores residentes en Morro dos Macacos, quienes no tienen nada que ver con el tráfico de drogas, abatidos en fuego cruzado.